Existe la tentación de creer que las historias de espionaje que leemos en novelas populares son pura invención. Fruto de la imaginación espumeante de literatos poco refinados. Es el caso, entre otros muchos, de James Bond, que si bien conserva su aura y su prestigio, es visto como un superhéroe de otra época, algo acartonado. Pocos saben que su creador, Ian Fleming, fue oficial de la inteligencia naval británica, y que muchas de las aventuras de 007 están basadas –y también muy adornadas y exageradas– en hechos reales que, por razones...
Comentarios
Pues sí que tenía orejas de espía el tal Joaquín Madolell.
Obviamente a ningún agente de inteligencia le ha pasado todo lo que le ha pasado a James Bond en la ficción. Es un refrito de muchas cosas que han pasado a distintos agentes y de cosas que son invenciones y que se sepa no le han pasado aún a nadie.
Si algo he aprendido de leer a Le Carré es que hay que esperar, esperar y seguir esperando y que la mayoría de espías no hacen nada relevante, excepto disimular para no ser descubiertos y pasar información, que nunca suele ser demasiado importante pero debe caer en manos de los analistas para que pueden ver si es importante o no, unida a la que facilitan otras fuentes de inteligencia. Igual un día hay suerte y algo que no creen que sea más que un rumor resulta ser la información definitiva que aporte ventaja aplastante en alguna situación.
A mi las pelis de James Bond actuales me parecen bastante de sci-fi.
Leí "una de sepias"