A finales de enero, el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, arremetía con dureza contra el nuevo gobierno de Japón. Weidmann acusaba a las autoridades niponas de amenazar la independencia de su banco central y, con ello, del riesgo de desatar una guerra de divisas al propiciar un yen más debilitado. Pero a la vista de los datos que arroja el comercio exterior español, quizás el gobernador del Banco de España, Luis Linde, debería haberse sumado a la protesta.
Comentarios
Casi completamente de acuerdo con el artículo. En mi trabajo estamos negociando día a día contratos con clientes de Estados Unidos, y la sensibilidad al tipo de cambio se ve de forma meridiana. Y no hace falta que sean grandes diferencias: con el euro a 1.20 $ o menos, te llueven contratos. Por encima de 1.30 ya cuesta, y a partir de 1.35 no se vende nada. Tiene toda la razón en que Europa en general, y España en particular, debería tener un papel más activo vigilando que los demás no devaluen sus monedas artificialmente.
Por cierto, hay un detalle que creo sí que está mal escrito en el artículo: es cuando dice que Aunque las exportaciones españolas tienen como principal destino otros países del euro —un 63% del total en 2012— y, por tanto, no se ven afectadas directamente por el tipo de cambio. No se verá directamente afectado ese 63%, pero ¿y el otro 37%, qué? ¿Ese no cuenta? Porque aunque sea el 37%, hablamos de 82000 millones de € en 2012. Demasiado como para considerarlo algo residual.
No soy economista, pero a mi modo de ver esto se resume en:
euro barato = podríamos vender y exportar si tuvieramos industria.
euro caro = podríamos comprar e importar de los que sí tienen industria.
Ahora mismo que apenas queda industria en este país, imho, nos beneficiaría (a corto - medio plazo) un euro caro, y así poder comprar lo que no producimos más barato.
A largo plazo, pues todo lo contrario. Un euro barato que hiciera atractivo a "los mercados" el comprar producción de aqui.
Anda, mira, otra forma para ganar competitividad, sin tener que tocar a los currantes. Un euro barato hace que exportemos más, claro que....