La tranquilidad que se presupone al ciudadano de una democracia se ha desvanecido o tal vez sólo era una ficción alentada por los grandes medios de comunicación, con la ayuda de intelectuales, escritores y columnistas al servicio de un relato escandalosamente falso sobre una España plural, democrática y tolerante. El derecho a informar es un derecho humano elemental. Si se impide o se reprime, ya no se puede hablar de libertades democráticas. Es evidente que el caso de Capín y Luján responde al propósito de ocultar el comportamiento brutal ...
Comentarios
El artículo es de final de mayo, pero me ha parecido extraordinariamente interesante.
Y me extraña que no se haya enviado antes.
En España ya no puedes ni quejarte. Si acudes a una manifestación la policía esta infiltrada para reventarla y luego mostrar por televisión lo que al gobierno de turno le interesa.
Lo único que nos queda para quejarnos es Internet....