Publicado hace 10 años por --361417-- a helenamatute.wordpress.com

Cada vez más datos sugieren la idea de que si el paciente puede elegir tratamiento los resultados son mejores. Sin embargo apenas existía hasta la fecha evidencia experimental que pudiera confirmar que era el mero hecho de poder elegir y no otra causa, la que producía el efecto beneficioso. Los pacientes, claro, suelen pensar que lo que ocurre es que ellos realizan la elección acertada… más acertada que si hubiera decidido el médico.

Comentarios

mciutti

El estudio que menciona el artículo habla de la mayor efectividad del placebo de elección propia. Personalmente, si se me diagnostica un cáncer prefiero que el tratamiento lo eliga el oncólogo, no me vaya a pasar como a Steve Jobs.

auroraboreal

#2 claro : el oncólogo te explicará las diferentes alternativas (ya que no suele haber solo una) y las ventajas efectos secundarios de cada tratamiento. Pero para todo el mundo no tiene la misma importancia un determinado efecto secundario: para una mujer jóven, sin hijos puede que sea muy importante seguir contando con la posibilidad de tener hijos, para una con familia numerosa, ese efecto secundario tal vez sea totalmente insignificante.

EL paciente, a parte del efecto placebo, está más motivado para seguir un determinado tratamiento (y luchar contra los problemas derivados del mismo) si ha influido en el proceso de elección. Al ayudar a elegir mejora también el cumplimiento del tratamiento. Por eso son necesarias las explicaciones y una buena relación médico-paciente: si el paciente no cree que ese tratamiento le va a ayudar se le olvidará hasta tomarlo y lo abandonará con la aparición de la primera sospecha de algún efecto secundario.

mciutti

#4 Los argumentos que me das son de puro sentido común: ante dos alternativas igual de válidas resultará más efectiva la que elijamos por propia voluntad. Sin embargo considero que un buen asesoramiento por parte del médico es tan importante o más que nuestra autonomía a la hora de decidir. Podemos sentirnos capacitados para hacer frente a ciertos efectos secundarios y el médico, basándose en su experiencia y en su exploración opinar algo totalmente distinto.

Ahora pongamos un ejemplo recurrente: "Yo he venido a que me recete antibiótico porque es que sin antibiótico esto no se me cura". Esta frase se puede escuchar entre octubre y marzo en todas las salas de espera de los médicos de cabecera de este país. ¿Qué tiene el enfermo que ha ido a buscar su tratamiento con antibióticos? Pues suele tener una enfermedad incurable de origen vírico: el resfriado común. ¿Sirve aquí para algo que el paciente elija su tratamiento? Pues hombre, el paciente suele creer que sí; por alguna razón la semana que suele tardar en remitir un resfriado común se le hace más corta. La realidad sin embargo es muy distinta; tomando antibióticos cuando no son necesarios lo único que conseguimos es que nuestro cuerpo desarrolle tolerancia (en el futuro necesitaremos más dosis para el mismo efecto) y colaboraremos en la proliferación de bacterias resistentes a los tratamientos.

¿Qué quiero decir con todo esto? Pues que hay que pensárselo mucho antes de escribir en piedra la frase que titula este artículo. En medicina existen demasiadas variables y matices como para ser tan lapidarios.

auroraboreal

#4 Sin embargo considero que un buen asesoramiento por parte del médico es tan importante o más que nuestra autonomía a la hora de decidir.

Claro, eso también es de sentido común. Cuando se habla de elegir el tratamiento, se habla de elegirlo entre las alternativas útiles, no entre todos los tratamientos existentes para todas las enfermedades del mundo. El ejemplo que pones no sirve como caso para "elegir el tratamiento", ya que elegir tomar antibiótico cuando se tiene una infección vírica no entra dentro de los tratamientos útiles, simplemente porque un antibiótico no es un tratamiento válido para una enfermedad vírica.
En los trabajos de investigación en los que se habla de que el paciente ayude a elegir, se da por sentado que elije entre alternativas válidas, no entre alternativas que no lo son (como un antibiótico para matar un virus).

Pero incluso en esos casos, ayuda dar información al paciente del tipo de infección que tiene, porqué se supone esa determinada etiología para esa infección determinada y porqué no es necesario un antibiótico (incluso en algunas infecciones bacterianas se puede dar la opción de no tomar el antibiótico --y eso sí es una opción válida en algunos casos--, como se hace aquí en Suecia con las otitis no complicadas en determinado grupo de edad, simplemente porque la mayoría en niños sanos curan en un día más sin antibiótico y no exponen al niño a la toma de un medicamento a la vez que no aumentan la posibilidad de que aparezcan resistencias bacterianas).

La información y una relación de confianza médico-paciente aumenta la eficacia del tratamiento. Y una relación de igual a igual (no paternalista), con inclusión del paciente en el proceso clínico estoy segura de que ahorra un montón de dinero a los sistemas sanitarios, aumentan la calidad de los servicios médicos y mejoran los resultados.

ymasalla

De acuerdo, #, entiendo que también tendrá aplicación a la elección del especialista. ¿Es viable esto en la Sanidad Pública española?