Se ha dado poquísima importancia a un hecho que la tiene, y mucha. Éste es un país sin tradición ni pasión por la participación ciudadana. Llevamos apenas 30 años de práctica democrática. Los toros, hasta hace bien poco, y el fútbol, todavía hoy, arrancan más fervores populares que la política. ¿Cómo se explica, entonces, que 13 millones de personas se hayan precipitado a la televisión para seguir los debates electorales entre Zapatero y Rajoy? Los niveles de audiencia superaron todas las expectativas. Fueron, sencillamente, increíbles.
Comentarios
La mitad de ellos querían ver CSI y se encontraron con eso..