“¿Augura un futuro de sacrificios para España?”. Como era de esperar, el monarca respondió a la periodista con un reflexivo y jugoso análisis de la situación: “Bastantes, muchos”. Agotado quizás por la profundidad del pensamiento, Juan Carlos se sentó a la mesa y se metió entre pecho y espalda un bogavante. Era el primer plato del menú que había preparado el socialista Bono. De segundo, rodaballo.
A Juanca I el Campechano lo que le convendría en estos tiempos sería dejarse ver lo menos posible; no vaya a ser que el vulgo se de cuenta de que en tiempo de recortes, la monarquía es un lujo que no nos podemos permitir. O del que podemos prescindir sin demasiado sacrificio.
Comentarios
A Juanca I el Campechano lo que le convendría en estos tiempos sería dejarse ver lo menos posible; no vaya a ser que el vulgo se de cuenta de que en tiempo de recortes, la monarquía es un lujo que no nos podemos permitir. O del que podemos prescindir sin demasiado sacrificio.
No he probado eso en mi vida! pero tiene que estar bueno.
Lo que hay que hacer son manifestaciones en las comilonas. Eso sí que les debe joder.
a esos cuatro les han recortado los pies