La serie de HBO El cuento de la criada, basada en la novela homónima de la canadiense Margaret Atwood, describe un mundo distópico a partir de una dictadura en Estados Unidos que somete a las mujeres y retorna a una sociedad ultra conservadora que nos recuerda tiempos pasados y enterrados. Tan lejanos que parece imposible que vuelvan en un país culturalmente avanzado o desarrollado. Y, sin embargo, acaba emergiendo
#3 Bueno, pero los machistas que dices que son como yo, no nos disfrazamos de fantoches. de un libro de ficcion. Vamos no me jodas. que ya tienen pelos en los bajos para andar haciendo niñerias disfrazandose.
Unas despelotandose y otras disfrazandose de criadas (de las del libro, no de las de cofia y delantal).
#7 Ya que dices algo, dilo bien, Mein Kampf. Por que quedais fatal cuando quereis algunos ir de listos.
Y no, no lo he leido. No suelo leer ese tipo de libros, aunque si he leido 1984, Fahrenheit 451, un mundo feliz, la biblia (nuevo testamento, por que bueno hay un monton de versiones a elegir), y el Coran, entre otros.
Si, a veces leo cosas raras, aunque soy mas de libros de terror (preferiblemente de zombies)
Lo más difícil de asimilar es que no hace falta que se esfuercen en encontrar razonamientos veraces ni que digan la verdad; es suficiente con apelar a los sentimientos, como hizo Hitler antes de la Segunda Guerra Mundial.
Eso no solo es aplicable a los que señala el autor del artículo. Es una técnica generalizada en esta sociedad infantilizada y cada vez más polarizada.
Hay un libro distópico y muy creíble que se llama A Christian Nation.
Lo que más susto da es que solo se inventa el resultado de unas elecciones y el fallecimiento del presidente de USA, pero todos los manifiestos y panfletos en los que se basa son reales y hay gente poderosa que los respalda y a la primera oportunidad podría aprovechar para llevarnos a una sociedad teológica.
Comentarios
Que sería de las pedorras feministas ultimamente sin el cuento de la criada, de que se iban a disfrazar.
#2 si no hubiera machistas como tú no harían falta feministas
#3 Bueno, pero los machistas que dices que son como yo, no nos disfrazamos de fantoches. de un libro de ficcion. Vamos no me jodas. que ya tienen pelos en los bajos para andar haciendo niñerias disfrazandose.
Unas despelotandose y otras disfrazandose de criadas (de las del libro, no de las de cofia y delantal).
Asi como se lo puede tomar en serio nadie.
#6 a ti se te ve más de libros tipo mein kanft, aunque también sean de ficción jeje
#7 Ya que dices algo, dilo bien, Mein Kampf. Por que quedais fatal cuando quereis algunos ir de listos.
Y no, no lo he leido. No suelo leer ese tipo de libros, aunque si he leido 1984, Fahrenheit 451, un mundo feliz, la biblia (nuevo testamento, por que bueno hay un monton de versiones a elegir), y el Coran, entre otros.
Si, a veces leo cosas raras, aunque soy mas de libros de terror (preferiblemente de zombies)
#9 jaja quedo fatal por equivocarme al nombrar ese best seller... (el caso es que después de escribirlo me sonaba raro, pero digo, bah...)
y tú quedas bien llamando pedorra a la peña, no cabrón?
Lo más parecido a Gilead que existe en la actualidad es la teocracia iraní. Con sus ahorcados colgando de grúas y tal. Pero claro...
Lo más difícil de asimilar es que no hace falta que se esfuercen en encontrar razonamientos veraces ni que digan la verdad; es suficiente con apelar a los sentimientos, como hizo Hitler antes de la Segunda Guerra Mundial.
Eso no solo es aplicable a los que señala el autor del artículo. Es una técnica generalizada en esta sociedad infantilizada y cada vez más polarizada.
Me parece un artículo realmente ridículo, mezcla cosas que no tienen sentido
Hay un libro distópico y muy creíble que se llama A Christian Nation.
Lo que más susto da es que solo se inventa el resultado de unas elecciones y el fallecimiento del presidente de USA, pero todos los manifiestos y panfletos en los que se basa son reales y hay gente poderosa que los respalda y a la primera oportunidad podría aprovechar para llevarnos a una sociedad teológica.
Sí, los hombres están sometidos y son procreadores y meros proveedores.