Publicado hace 16 años por Sir_Camoran a curistoria.blogspot.com

En una ocasión un famoso alquimista escribió una obra titulada “Crisopeya o arte de fabricar oro” y se la presentó al papa León X. Claro está que una obra que enseña a fabricar oro tiene un valor inapreciable y el alquimista esperaba ser recompensado generosamente por hacer entrega de esta información a la Santa Madre Iglesia. Pero la iglesia, o más bien sus representantes, en no pocas ocasiones son personas de gran sabiduría, vasto ingenio y fino humor...

Comentarios

D

Estafar a la iglesia? jajaja, este alquimista además de pobre era un iluso, en fin...