Por eso, el denominado Caso Barbulescu es considerado como la sentencia que sienta jurisprudencia en toda Europa. En su sentencia, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) enumera una serie de puntos que deben cumplirse por el empresario para que esté justificado que acceda al ordenador del trabajador, a fin de poder comprobar si su uso es correcto. Da igual el medio tecnológico utilizado para defender un despido: además de informar sobre él, su uso debe ser proporcional, idóneo y el menos intrusivo.
Comentarios
Todo se está yendo a la mierda pasito a pasito, sin prisa.
#1 También esto corre en contra de las empresas, es una moneda de dos caras.
La conversación de Whatsapp que a mi me ha servido como prueba para el despido de algún que otro trabajador también me ha venido muy en contra cuando un trabajador ha reclamado y es la empresa la que ha mandado el mensaje.
Estas cosas suelen ser muy simples, si te dan un portátil, un coche, un móvil lo usas para trabajar. Todos tenemos nuestro portátil, nuestro propio móvil y algunos el coche. Por dos razones: la primera es que no es tuyo y aunque tienes derecho a la intimidad, como esté bien redactado el contrato de trabajo (y muchos lo están) no vas a poder ampararte en esa intimidad, el segundo es porque repito, no es tuyo, y si te despiden lo tienes que devolver y he visto a muchos reclamando fotos personales de su familia en sus portátiles cuando la obligación de la empresa es formatearlas.
Pues la gente no aprende.
Se va haciendo necesario que la gente se lea 1984 para que se vaya preparando para la que se nos viene encima.