Publicado hace 10 años por --354522-- a manjardehormiga.wordpress.com

Es fiel a su modus operandi. Uno está, por ejemplo, conversando con su grupo de amigos y no se percata de que se aproxima. Camina rápido, llena de contundencia, los brazos sueltos, largando latigazos al aire: asusta a las palomas. Uno sigue hablando, riendo, besando. Y la señora aprieta el ceño y caza la última palabra dicha -ya sea trabajo, escoba, osito-. Agarra esa palabra, sin pensar, se acerca, pega su boca violentamente a tu oído, casi lo roza: “¡Trabajo tu puta madre!”, se desgañita, “¡escoba tu puta madre-asqueroso!”...