Podríamos seguir describiendo todos los cierres y recortes hasta quedarnos sin aliento, pero vamos a centrarnos en lo que va a suponer para el mundo rural la aprobación de otra nueva ley: “De Sostenibilidad y Racionalización de la Administración Local”, aprobada el 26 de julio de 2013 por el Consejo de Ministros y conocida como “Ley Montoro”.
Habrá que estar atentos al BOE y leer con lupa lo que la LRSAL legisla finalmente sobre entidades locales menores (EATIM). En cualquier caso, ha quedado demostrada la aversión del Gobierno y de las Diputaciones a las formas primarias de democracia local como son las juntas vecinales. El proyecto de ley original, en todas sus versiones, era letal para ellas y significaba el expolio de sus comunales.
Básicamente el proyecto es quitarle terrenos y competencias a las entidades rurales, comunidades de montes, etc... y entregarselos a los ayuntamientos. Vamos, buscarles a los de urbanismo un nuevo nicho de negocio sobre el que especular y sacar tajada, no solo con la venta de terrenos públicos, si no con permisos de tala, venta de madera, venta de residuos vegetales para biomasa o alquiler de terrenos... un nuevo nido de corruptela sin control.
Y conste que el sistema actual, tampoco es una panacea, porque a menudo las directivas de esas entidades menores se han visto en entredicho por actuar a espaldas de los comuneros, cobrando comisiones de las que no informan, etc, etc... pero es que esta ley solo consiste en sustituir a los posibles rateros, por la mafia organizada.
Comentarios
Habrá que estar atentos al BOE y leer con lupa lo que la LRSAL legisla finalmente sobre entidades locales menores (EATIM). En cualquier caso, ha quedado demostrada la aversión del Gobierno y de las Diputaciones a las formas primarias de democracia local como son las juntas vecinales. El proyecto de ley original, en todas sus versiones, era letal para ellas y significaba el expolio de sus comunales.
Básicamente el proyecto es quitarle terrenos y competencias a las entidades rurales, comunidades de montes, etc... y entregarselos a los ayuntamientos. Vamos, buscarles a los de urbanismo un nuevo nicho de negocio sobre el que especular y sacar tajada, no solo con la venta de terrenos públicos, si no con permisos de tala, venta de madera, venta de residuos vegetales para biomasa o alquiler de terrenos... un nuevo nido de corruptela sin control.
Y conste que el sistema actual, tampoco es una panacea, porque a menudo las directivas de esas entidades menores se han visto en entredicho por actuar a espaldas de los comuneros, cobrando comisiones de las que no informan, etc, etc... pero es que esta ley solo consiste en sustituir a los posibles rateros, por la mafia organizada.
Uf juntas y compartir recursos eso es de rojos, ¡sembrarlo todo de eucaliptos rápido!