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#1:
Parece que ahora los incautos estafados intentan a su vez estafar a otros incautos vendiéndoles un papel mojado que ya saben que no van a cobrar.
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#8:
En mi opinión hay que ser muy pardillo para invertir en bonos empresariales, vengan de donde vengan. Cuando una empresa emite bonos al público para financiarse es porque los bancos ya no le fían, y eso implica (por causa y por efecto) que tiene los días contadísimos.
Y si emiten bonos justo antes de irse al garete el negocio les sale redondo, porque se lo quedan todo. No sólo saben de antemano que no van a pagar los intereses, sino que ni siquiera van a devolver la inversión.
Si los inversores particulares afectados son unos 5000, a 50.000 eurazos la inversión mínima... son 250 millones de pavos que "la famiglia" se ha metido directamente a la cartera antes de quebrar, sabiendo de antemano que ni de coña los iban a devolver y que su "ubicación" se iba a perder en el barrizal del concurso de acreedores preferentes.
Porque resulta que a la hora de repartir despojos empresariales los bancos siempre van primero, los inversores institucionales detrás, y por último los inversores particulares. Curiosamente los bancos e institucionales sólo se quedan los activos, no los pasivos, pero cuando llegan los pequeños inversores nunca queda nada que repartir. Mágicamente, el montante de inversiones pasivas desaparece en el reparto sin que "nadie" se lo haya repartido. Basta con dejarlo caer en tu bolsillo distraídamente justo antes de declararte en quiebra y "voilà", has quebrado pero eres asquerosamente rico.
La única dificultad para realizar dicha estafa es conseguir garantías ficticias para los bonos, menester en el que esta gente tiene suficiente maña: simplemente avalan con empresas en quiebra o que ya están hipotecadas, sabiendo que el pepito de a pie se fía de la palabra de cualquier tío con corbata y no comprueba el valor de las garantías.
De hecho la emisión de Rumasa de 2009 ya estaba avalada por un andrajo de hotel que supuestamente valía 30 millones (aparentemente ya hipotecados, menuda guasa) y una producción de brandy inexistente que ya había sido desautorizada por el tasador (http://www.expansion.com/2009/11/21/inversion/1258818325.html ). Bonos avalados con aire, magnífica inversión.
La garantía falsa es ilegal, simple publicidad engañosa. Pero si se apunta al gran público y no a inversores institucionales es justamente para que el estafado no tenga los medios para demandar una vez sepa que le han engañado. Incluso yendo a juicio y ganando, a la hora del llanto no queda nada para repartir.
Y si emiten bonos justo antes de irse al garete el negocio les sale redondo, porque se lo quedan todo. No sólo saben de antemano que no van a pagar los intereses, sino que ni siquiera van a devolver la inversión.
Si los inversores particulares afectados son unos 5000, a 50.000 eurazos la inversión mínima... son 250 millones de pavos que "la famiglia" se ha metido directamente a la cartera antes de quebrar, sabiendo de antemano que ni de coña los iban a devolver y que su "ubicación" se iba a perder en el barrizal del concurso de acreedores preferentes.
Porque resulta que a la hora de repartir despojos empresariales los bancos siempre van primero, los inversores institucionales detrás, y por último los inversores particulares. Curiosamente los bancos e institucionales sólo se quedan los activos, no los pasivos, pero cuando llegan los pequeños inversores nunca queda nada que repartir. Mágicamente, el montante de inversiones pasivas desaparece en el reparto sin que "nadie" se lo haya repartido. Basta con dejarlo caer en tu bolsillo distraídamente justo antes de declararte en quiebra y "voilà", has quebrado pero eres asquerosamente rico.
La única dificultad para realizar dicha estafa es conseguir garantías ficticias para los bonos, menester en el que esta gente tiene suficiente maña: simplemente avalan con empresas en quiebra o que ya están hipotecadas, sabiendo que el pepito de a pie se fía de la palabra de cualquier tío con corbata y no comprueba el valor de las garantías.
De hecho la emisión de Rumasa de 2009 ya estaba avalada por un andrajo de hotel que supuestamente valía 30 millones (aparentemente ya hipotecados, menuda guasa) y una producción de brandy inexistente que ya había sido desautorizada por el tasador (http://www.expansion.com/2009/11/21/inversion/1258818325.html ). Bonos avalados con aire, magnífica inversión.
La garantía falsa es ilegal, simple publicidad engañosa. Pero si se apunta al gran público y no a inversores institucionales es justamente para que el estafado no tenga los medios para demandar una vez sepa que le han engañado. Incluso yendo a juicio y ganando, a la hora del llanto no queda nada para repartir.
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Parece que ahora los incautos estafados intentan a su vez estafar a otros incautos vendiéndoles un papel mojado que ya saben que no van a cobrar.
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eleconomista.esEn mi opinión hay que ser muy pardillo para invertir en bonos empresariales, vengan de donde vengan. Cuando una empresa emite bonos al público para financiarse es porque los bancos ya no le fían, y eso implica (por causa y por efecto) que tiene los días contadísimos.
Y si emiten bonos justo antes de irse al garete el negocio les sale redondo, porque se lo quedan todo. No sólo saben de antemano que no van a pagar los intereses, sino que ni siquiera van a devolver la inversión.
Si los inversores particulares afectados son unos 5000, a 50.000 eurazos la inversión mínima... son 250 millones de pavos que "la famiglia" se ha metido directamente a la cartera antes de quebrar, sabiendo de antemano que ni de coña los iban a devolver y que su "ubicación" se iba a perder en el barrizal del concurso de acreedores preferentes.
Porque resulta que a la hora de repartir despojos empresariales los bancos siempre van primero, los inversores institucionales detrás, y por último los inversores particulares. Curiosamente los bancos e institucionales sólo se quedan los activos, no los pasivos, pero cuando llegan los pequeños inversores nunca queda nada que repartir. Mágicamente, el montante de inversiones pasivas desaparece en el reparto sin que "nadie" se lo haya repartido. Basta con dejarlo caer en tu bolsillo distraídamente justo antes de declararte en quiebra y "voilà", has quebrado pero eres asquerosamente rico.
La única dificultad para realizar dicha estafa es conseguir garantías ficticias para los bonos, menester en el que esta gente tiene suficiente maña: simplemente avalan con empresas en quiebra o que ya están hipotecadas, sabiendo que el pepito de a pie se fía de la palabra de cualquier tío con corbata y no comprueba el valor de las garantías.
De hecho la emisión de Rumasa de 2009 ya estaba avalada por un andrajo de hotel que supuestamente valía 30 millones (aparentemente ya hipotecados, menuda guasa) y una producción de brandy inexistente que ya había sido desautorizada por el tasador (http://www.expansion.com/2009/11/21/inversion/1258818325.html ). Bonos avalados con aire, magnífica inversión.
La garantía falsa es ilegal, simple publicidad engañosa. Pero si se apunta al gran público y no a inversores institucionales es justamente para que el estafado no tenga los medios para demandar una vez sepa que le han engañado. Incluso yendo a juicio y ganando, a la hora del llanto no queda nada para repartir.
Si un tipo es capaz de gastarse semejante SUMA de dinero por un papelito que le promete beneficios inmensos que aguante con su cagada.Por incauto.
Deberian prohibir la venta de acciones RUMASA inmediatamente. Vender ahora según mi opinión es fraude y engaño.
#3 Hombre, la empresa proveedora a la que le deben nueve millones no es precisamente un avaricioso inversor, es más bien un acreedor damnificado.
Pero sí, desde luego es una estafa revender esa deuda cuyo valor pasivo ya sabemos que es cero. Tanto como lo fue la emisión de bonos en sí, hecha con avales falsos. Ahora, si algún tonto pica... como si le venden piedras a precio de oro.
#6 Me referia al pequeño inversor sin puñetera memória de quién fué este tipo por allà los 90 y su te pego leche!!.
A cualquier pequeño inversor que se gasta 50.000€ en papelitos y se le pone la cara de tio gilito ni palmadita en la espalda oye!
Con patatas oiga!!
Que te estafo, leche!
me recuerdan bastante al tema de los sellos,los pisos etc etc.
Una reedición del timo de la estampita...
Yo comprar todos pagarés, po favó, hacé transferencia de 10.000 euros a mi primo de Nigeria para agilizá los trámites.