Al imaginar el funcionamiento normal de un sistema democrático presuponemos un cierto grado de alternancia en la cúspide del poder. De lo contrario pasado un cierto punto las elecciones periódicas solo sirven para legitimar el control del Estado por parte de unas élites plutocráticas o tecnocráticas que, argumentando limitarse a ejecutar los deseos del pueblo, se dedican a transmitirse década tras década, de forma endogámica y en beneficio propio, el control del gobierno.
Comentarios
#5 Se compra a los que haga falta y solucionado.
#6 En los países que ni son democráticos ni capitalistas no hace falta comprar a la prensa. Vienen unos señores en mitad de la noche y se te llevan a un cuartelillo donde proceden a hacerte desaparecer.
#7 Pues si acabas en ese cuartelillo quizás lo merezcas.
#8 Lo de los 90 en Valencia y Madrid te pasó factura eh...
#9 No mucho, yo trabajaba de dj, no era muy fiestero.
#7 Me refiero qué en los sistemas autoritarios tiene que haber un castigo para los crímenes. Si tienes dinero ,te libras del castigo del crimen, es como si la ley sólo existe para unos pocos tontos.
La democracia capitalista es de chiste, dame el suficiente dinero y ya verás quién manda.
#4 En el mismo artículo se habla de como eventualmente en Japón se filtran los grandes casos de corrupción y se destituyen personajes de la vida política, aunque sea de forma velada y dirigida. Ahora imagina como es en los países que ni son democráticos ni son capitalistas...
En España se lo conoce más como "el cuento de María Sarmiento (que se fue a cagar y se la llevó el viento)", es algo más zafio pero por lo menos rima
Lo llaman democracia y no lo es.
#1 Vivimos en una dictadura capitalista.
#12 Yo afinaría un poco mas definiéndolo como feudalismo capitalista, donde los nuevos señores feudales campan por sus marcas y mercados junto con sus privilegios, lobbies mercenarios, puertas giratorias y el negacionismo administrativo de derechos reconocidos por ley o el ninguneado de la Constitución
Me recuerda a lo que decía Foucault sobre el cambio de manos del poder.
La prensa españistaní no es el cuarto poder (salvo honrosas excepciones). Está integrado en el ejecutivo PpodridoPsoeicópatas.