Hace unas semanas, a la salida del trabajo, mi madre me daba la noticia: habían traído en mano, una carta en la que constaba que yo, Azahara Alcalde, era presidenta de mesa electoral de Arganda del Rey. No me lo podía creer, era una noticia horrible. Llevaba desde el 15 de mayo protestando en las calles por este sistema y ahora, iba a tener que servir al estado y por lo que sabía, no era fácil librarse de ese cargo. Así, mi indignación crecía por momentos… ¿así que, yo tendría que servir al estado cuando el estado nunca había hecho nada por mí?
A mí en las anteriores elecciones (estas no, las otras) me tocó de vocal (suplente, pero me hube de quedar de todos modos). También a mi me JJJJODIÓ, también intenté objetar y librarme, elevando una carta ya no sé ni a dónde, que no fue aceptada, me dijeron que me presentara y que me podía pasar el día jugando a la play si quería, pero que tenía que ir y que ajo y agua.
Yo llegué con mi cartita de objeción, y se la enseñé a mi presidenta de mesa, y fuimos juntas a hablar con la mujer de administración, y ella me explicó que si me ponía a leer, era lo mismo que no presentarme, que tenía que mandarme a casa y eso implicaba que me multarían, y me dijo que yo no me iba a quedar sentadita mientras dos personas hacían mi trabajo, que le bastaba mirarme a la cara para saber que no iba a hacer algo así. Le contesté que yo era idealista, pero no idiota; no estaba dispuesta a que me multaran estando en el paro, o a que me encerraran.
También yo estaba de muy mala leche, te garantizo que estaba con una rabia que si me dejan delante a Rocky, lo reviento a fostias sin guantes... pero, ¿sabes qué? No lo pagué con nadie. Me tragué la mala baba como pude e intenté pensar que no era culpa de nadie, ni menos aún de las personas a las que les tocó PRINGAR como a mí. Tampoco ellos lo estaban pasando bien, y me hubiera parecido tan injusto pagarlo con ellos, como si ellos lo hubieran pagado conmigo.
Es edificante que tú misma te des cuenta que tu comportamiento fue infantil y reprochable, pero eso no justifica lo que hiciste. No con tus amigos, sino con tus compañeros de mesa y las personas que NO TENÍAN CULPA DE QUE TÚ ESTUVIESES ALLÍ, pero igual lo pagaste con ello. No tengas el cinismo de acusar a la chica de administración de que fue borde contigo, ¿acaso tú sí fuiste amable? No, padre, llevabas todo el día siendo maleducada, no te extrañe que la gente te trate como tratas tú. ¿No te gustó, verdad? Pues la próxima vez, guárdate la soberbia en el bolsillo trasero.
Comentarios
"¿así que, yo tendría que servir al estado cuando el estado nunca había hecho nada por mí? "
Pufff , ya no puedo leer más..
#2 El Estado ha hecho por ella lo mismo que se hace por los pavos antes de Navidad...
A mí en las anteriores elecciones (estas no, las otras) me tocó de vocal (suplente, pero me hube de quedar de todos modos). También a mi me JJJJODIÓ, también intenté objetar y librarme, elevando una carta ya no sé ni a dónde, que no fue aceptada, me dijeron que me presentara y que me podía pasar el día jugando a la play si quería, pero que tenía que ir y que ajo y agua.
Yo llegué con mi cartita de objeción, y se la enseñé a mi presidenta de mesa, y fuimos juntas a hablar con la mujer de administración, y ella me explicó que si me ponía a leer, era lo mismo que no presentarme, que tenía que mandarme a casa y eso implicaba que me multarían, y me dijo que yo no me iba a quedar sentadita mientras dos personas hacían mi trabajo, que le bastaba mirarme a la cara para saber que no iba a hacer algo así. Le contesté que yo era idealista, pero no idiota; no estaba dispuesta a que me multaran estando en el paro, o a que me encerraran.
También yo estaba de muy mala leche, te garantizo que estaba con una rabia que si me dejan delante a Rocky, lo reviento a fostias sin guantes... pero, ¿sabes qué? No lo pagué con nadie. Me tragué la mala baba como pude e intenté pensar que no era culpa de nadie, ni menos aún de las personas a las que les tocó PRINGAR como a mí. Tampoco ellos lo estaban pasando bien, y me hubiera parecido tan injusto pagarlo con ellos, como si ellos lo hubieran pagado conmigo.
Es edificante que tú misma te des cuenta que tu comportamiento fue infantil y reprochable, pero eso no justifica lo que hiciste. No con tus amigos, sino con tus compañeros de mesa y las personas que NO TENÍAN CULPA DE QUE TÚ ESTUVIESES ALLÍ, pero igual lo pagaste con ello. No tengas el cinismo de acusar a la chica de administración de que fue borde contigo, ¿acaso tú sí fuiste amable? No, padre, llevabas todo el día siendo maleducada, no te extrañe que la gente te trate como tratas tú. ¿No te gustó, verdad? Pues la próxima vez, guárdate la soberbia en el bolsillo trasero.
Indignada no, antisistema. Los indignados no están contra el sistema, sólo quieren cambiarlo, hacerlo más justo.