En la larga historia de la Iglesia católica, la confesión de los pecados de los feligreses al sacerdote no fue siempre una obligación. En el siglo XIII se impuso la confesión privada al menos una vez al año para redimir los pecados. En el siglo XVI vendrá el concilio de Trento y la Iglesia, acosada por todas partes, querrá reafirmar su control social con una obligación más estricta de la confesión de los fieles.
Comentarios
Muchos de estos curas denunciaban ante los militares golpistas a los rojos del pueblo para que los fusilasen.
bueno mas que control, informacion de todo tipo privilegiada
Control y reseteado de pecados. Todo en uno.
A pecar!!!!!!!