Hace 13 años | Por macmac a uncafelitoalasonce.com
Publicado hace 13 años por macmac a uncafelitoalasonce.com

Muchas veces olvidamos que nuestro propio hogar está lleno de dinero. Nosotros no lo vemos así. Lo que vemos son “nuestras cosas”. Nuestra ropa, nuestros libros, nuestra tele, nuestros muebles, etc. Pero todo eso, en su día, nos costó un dinero y aún siguen teniendo un valor económico, aunque no seamos conscientes de ello.

Comentarios

OniNoNeko

Como idea es un poco chapucera. Yo tengo una gran colección de libros que fui haciendo a base de patearme mercadillos, quitandome de otras muchas cosas, tambien de posters, de figuras, de comics... Cuando entro a mi casa todas esas cosas dicen quien soy yo, entro en la casa y siento que es mi casa. Tambien podria venderlo todo, varios miles de euros gastados que pasarian a ser unos pocos cientos con algo de suerte, y cuando hubiera vendido todos esos libros que ya he leido (pero que no me duele volver a leer), cuando hubiera quitado todos los posters, cuando hubiera salido por la puerta la ultima figura... No solo no habria recuperado ni una cuarta parte de lo que gaste en ello, si no que no sentiria la casa como mia.

Cyberlarry

#1 Bueno en parte tienes razon, aunque creo que podrias tener los mejores libros en formato fisico y otros tantos en formato digital en un libro electronico.

Lo que quiere decir el autor es que aunque todos valoramos el tener determinadas cosas fisicas(cds, videojuegos o libros, etc..) y que apreciamos por las experiencias que nos hayan podido dar, lo que esta claro es que no necesitamos todo lo que tenemos. Y puntualizaria que no tenemos tampoco lo que realmente necesitamos... se valora hoy mas en dia lo material vendiendonos aquello que nos hace falta que es la "sensacion y la experiencia" algo asi como el momento que nos hace felices.

Por eso cada vez hay mas consumismo, nos matamos a trabajar para intentar ser un poco mas felices con objetos que no necesitamos pero que creemos por la publicidad que convertiran nuestros momentos en mas felices, mientras que es al reves, los momentos hacen recordarnos todos los objetos que teniamos alrededor de ese acontecimiento que nos hizo felices.

Perdon por el ladrillo