Las llamadas dietas cetogénicas –bajas en carbohidratos y altas en grasas– aumentan la longevidad y la fuerza en ratones. Así concluye un nuevo estudio que apunta un aumento del 13% en la esperanza de vida media de los roedores con una dieta rica en grasa frente a una alta en carbohidratos. Los resultados, publicados en Cell Metabolism, abren un nuevo campo en la investigación del envejecimiento.
Yo he alcanzado las 36 primaveras llevando una dieta de bollería industrial, alcohol, tabaco, panceta y tortilla de patatas con y sin cebolla (hay que molestar a ambas parte desde la equidistancia) que considero una edad bastante elevada para lo que debería ser un patógeno de mi especie.
Pues no sé que pensar. La generación de mi madre, que se ha hecho especialmente longeva, se ponía de carbohidratos hasta arriba y, como poco, todos mis tíos y parientes han llegado a octogenarios, algunos nonagenarios y una que brincó la centena.
De hecho la dieta de mi madre (84 años) horrorizaría a cualquier dietista: se zampa una barra de pan al día, no come nada integral aunque la maten y se permite sus longanizas y chorizos alguna vez por semana y más de un dulce también cae. Eso sí, alcohol nunca ni tampoco ha fumado y no se puede decir que haya sido pasiva.
Al final la genética es muy caprichosa y me da por pensar que no comerse mucho la cabeza con la dieta, como dicen por ahí, y hacer ejercicio es lo que más va a tu favor.
Tampoco es tan complicado entender lo de la dieta.
La gente que vive mucho no come en exceso, come verdura, fruta, pescado y carnes magras de buena procedencia pero no muchas veces por semana, grasas de origen vegetal como aceitunas y aceite de oliva, cereales de grano entero como avena, arroz integral... Llevan una vida activa y no se comen mucho la cabeza.
En el National Geographic ya explicaron hace tiempo que habia dietas que funcionaban para todos los gustos, desde los esquimales que practicamente solo comen grasa de foca hasta una tribu polinesia que solo comia tuberculos, o sea hidratos de carbono, y estaban sanisimos. Al parecer la clave es tomar alimentos naturales y evitar el sedentarismo.
Lo de las dietas cetogenicas hay que tener cuidado. Si el cuerpo entra en cetosis el higado queda perjudicado. Estas cosas solo se deberian hacer bajo la supervision del medico.
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Yo he alcanzado las 36 primaveras llevando una dieta de bollería industrial, alcohol, tabaco, panceta y tortilla de patatas con y sin cebolla (hay que molestar a ambas parte desde la equidistancia) que considero una edad bastante elevada para lo que debería ser un patógeno de mi especie.
#4 por lo menos la tortilla a veces la comes saludable, a pesar de todo
Pues no sé que pensar. La generación de mi madre, que se ha hecho especialmente longeva, se ponía de carbohidratos hasta arriba y, como poco, todos mis tíos y parientes han llegado a octogenarios, algunos nonagenarios y una que brincó la centena.
De hecho la dieta de mi madre (84 años) horrorizaría a cualquier dietista: se zampa una barra de pan al día, no come nada integral aunque la maten y se permite sus longanizas y chorizos alguna vez por semana y más de un dulce también cae. Eso sí, alcohol nunca ni tampoco ha fumado y no se puede decir que haya sido pasiva.
Al final la genética es muy caprichosa y me da por pensar que no comerse mucho la cabeza con la dieta, como dicen por ahí, y hacer ejercicio es lo que más va a tu favor.
Tampoco es tan complicado entender lo de la dieta.
La gente que vive mucho no come en exceso, come verdura, fruta, pescado y carnes magras de buena procedencia pero no muchas veces por semana, grasas de origen vegetal como aceitunas y aceite de oliva, cereales de grano entero como avena, arroz integral... Llevan una vida activa y no se comen mucho la cabeza.
#2 Y fuman mucho:
Una mujer alcanza los 112 años "gracias a fumar 30 cigarrillos al día"
https://actualidad.rt.com/actualidad/198005-mujer-longevidad-fumar-cigarillos-nepal
En el National Geographic ya explicaron hace tiempo que habia dietas que funcionaban para todos los gustos, desde los esquimales que practicamente solo comen grasa de foca hasta una tribu polinesia que solo comia tuberculos, o sea hidratos de carbono, y estaban sanisimos. Al parecer la clave es tomar alimentos naturales y evitar el sedentarismo.
Lo de las dietas cetogenicas hay que tener cuidado. Si el cuerpo entra en cetosis el higado queda perjudicado. Estas cosas solo se deberian hacer bajo la supervision del medico.
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