Hace 4 años | Por Danichaguito a infolibre.es
Publicado hace 4 años por Danichaguito a infolibre.es

Cs buscó un protagonismo adolescente. Y no tuvo mejor idea que autodeclararse víctima de “los fascistas de toda la vida” en el contexto de un colectivo históricamente perseguido y oprimido por el fascismo. Cs sí buscó partidizar un hecho ya felizmente politizado para quitarle contenido específico a las reivindicaciones LGTBI. Afirmar que abuchear a alguien es fascismo no sólo es banalizar ese fenómeno histórico y presente,sino que implica una nueva violencia simbólica sobre los manifestantes. Esta superficialidad despolitiza porque iguala todos

Comentarios

Qevmers

Para tener "inmadurez política" hay que ser "políticos".
Estos de C's están en otra linea, solo había que ver su lema en la pancarta de la manifestación político reivindicativa del día del Orgullo.
C's va a lo suyo y que les saquen en sus medios afines, eso de "política" le queda grande.

Danichaguito

#1 del artículo
"La confusión conceptual entre politizar y partidizar, a propósito de la presencia de Ciudadanos en la Marcha del Orgullo, ha alcanzado su apogeo. Los medios dominantes y algunos políticos afirmaron que éste era “el Orgullo más político de los últimos años” o que “los convocantes politizaron el Orgullo”.
Estos usos asimilan politizar a partidizar, connotando sectarismo e intolerancia. ¿De dónde proviene esta sinonimia? En términos generales, de la identificación de la política con el Estado, como si sólo fuera político lo que hacen el Estado y los partidos políticos. Según ese criterio, cuando Rosa Parks utilizó el asiento exclusivo para blancos no habría producido un hecho político, sino uno privado-individual. El gesto de Parks fue político porque con él afirmó —al menos— que todos somos iguales, que el racismo es antidemocrático y que tenemos derecho a la desobediencia civil. Su gesto no podía ser individual-privado porque proponía un orden político. Politizaba, sí, porque revelaba que las relaciones en un lugar aparentemente no político e irrelevante como un autobús son parte del orden social.

La reivindicación de los derechos LGTBI no puede ser hoy politizada en España porque su carácter político ha sido revelado ya hace décadas. Y la gran mayoría de la sociedad acepta y apoya esa demanda. Pero esto encierra una paradoja y un riesgo político. Cuando una reivindicación se vuelve tan aceptada tiende a olvidarse que es fruto de una lucha histórica contra, en este caso, la LGTBIfobia. Esa aprobación general da pie a que se vea como lógico, tolerante y parte de la libertad que todas las organizaciones puedan participar como tales en una marcha como la de Orgullo. Como si ésta no tuviera unos organizadores y unas reivindicaciones concretas que algunos apoyan y otros combaten.

El sentido de estas marchas —en especial la del Orgullo de este año— es recordar aquellas luchas y que estas reivindicaciones, aunque muy aceptadas, todavía tienen contrincantes. Lo que ha ocurrido en España en los últimos años es que Vox ha roto ese amplio consenso. Y por lo tanto ese partido y sus aliados —pactando de modo vergonzante y sin coraje político como Ciudadanos, o no— hacen saltar las alarmas.

La pretensión de Ciudadanos de pactar con Vox y a la vez presentarse como un defensor de los derechos LGTBI resulta profundamente antidemocrática, porque no acepta que hay posiciones encontradas, conflictivas, incompatibles.
Pero hay algo más. Pese a no firmar el documento que los convocantes exigen a las entidades que quieren participar, que incluye el compromiso de no valerse de partidos de extrema derecha para gobernar, los organizadores —en una muestra de pluralismo— le dieron a Ciudadanos un lugar en la marcha, si bien no una carroza. Esta presencia, a diferencia de cuando Cs no pactaba con partidos de extrema derecha, fue resistida —en algunos casos de modo excesivo, pero no grave, según la Policía— por algunos pocos asistentes. En lugar de proceder políticamente e interpretar con madurez y sobriedad el sentido profundo de ese veredicto acerca de sus posiciones, Ciudadanos buscó un protagonismo adolescente. Y no tuvo mejor idea que autodeclararse víctima de “los fascistas de toda la vida” en el contexto de un colectivo históricamente perseguido y oprimido por el fascismo.
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Esta superficialidad despolitiza porque iguala todos los daños y todas las violencias. Si todo es lo mismo, nada es específico: el origen del rechazo a Ciudadanos no es ni más ni menos que su insensibilidad respecto de las reivindicaciones LGTBI, iniciada con sus pactos a escondidas con Vox y confirmada con su afán de protagonismo en la Marcha del Orgullo de este año.
"

#2 #4 #3

Rulo2.0

#2 Vox, ciudadanos y viceversa, tertulianos de Caspa TV metidos en política

ikatza

Empezando por la propia pancarta. "Al Orgullo ¡vamos!". O sea, que lo único que crees digno de reivindicar el Día del Orgullo es tu derecho a ir. Derechos LGTBI meh. Y luego se extrañan que no sean bienvenidos.

B

Bueno, su inmadurez, es en general, no sólo política. Es como escuchar a niños de p3, todo el dia lloriqueando al estilo más acusica desprecible y mintiendo en dichas acusaciones sin parar, vicitimizandose en todo mientras atacan a todo dios.
Son una verguenza y han hecho mucho daño a España , mas del que la gente cree.

D

Todavía blanqueando los sucesos de este finde??

D

Desesperación de Riverita "el desaparecido" por tapar su "trio" con pepetarras y voxeros.