La Fundación Melior entrevista a Alejandro Nieto, catedrático de Derecho y expresidente del CSIC. Escéptico y resignado con los políticos y sus entresijos, el autor de El desgobierno de lo público no ve solución alguna: “Estamos en un proceso de declive”. Sin embargo, no hay duda alguna de que si la corrupción se redujera, nuestro país podría alcanzar sus objetivos de déficit público sin tantos recortes y sin subir los impuestos. Porque, la corrupción, sí nos cuesta dinero.
Comentarios
Muchos querrían ser como los corruptos.
#1 El pozo de los potenciales corruptos es inagotable
#1 Ese es un tópico que habría que empezar a coger con pinzas.
#3 Un tópico basado en la permisividad, impunidad y los resultados electorales en los lugares con mayor corrupción.
#4 No deberíamos ser tan simplistas porque para hatajar un problema lo primero que deberíamos hacer es intentar comprenderlo. Desde mi punto de vista, los buenos resultados electorales obtenidos por partidos corruptos precisamente en los lugares donde la corrupción es más evidente se sustentan en tres pilares:
1) El miedo. Tan sencillo como eso. No hay nada que movilice a los indecisos como el grito de "¡Que vienen los fachas!" o bien "¡Que vienen los rojos!"
2) El control de los medios de comunicación. Esto unido al bajo nivel intelectual propiciado por un sistema educativo de mierda, les ha permitido conseguir el logro supremo soñado por cualquier dictador que quiera disfrazarse de demócrata de toda la vida: la disociación del sentido del voto de las consecuencias del voto. Así las cosas, al grueso de la masa de votantes le resulta muy difícil relacionar, por ejemplo, el brutal desmantelamiento de la sanidad pública con los partidos que sacaron adelante con sus votos la Ley 15/97.
3) El clientelismo. No debemos desdeñar este clásico ilustrado por las inmortales palabras de Carlos Fabra: "yo no sé la cantidad de gente que habré colocado en doce años".
Y sí, muchos querrían ser como los corruptos, pero no creo que sea una mayoría preocupante. Aunque nos parezca mentira, vivimos rodeados de gente mayoritariamente buena.
#5 Has dado en el clavo en todo, el problema es que justo esos que quieren ser como ellos, son los que votan. Los honestos, desencantados o llámalos como quieras, no votan, y dejan que los corruptos gobiernen. Mientras a la democracia jueguen unos pocos, esto seguirá siendo un choteo.
#6 Es que a votar hay que ir leído y eso en España, pues como que no se lleva.