Hace 12 años | Por kanjiru a jotdown.es
Publicado hace 12 años por kanjiru a jotdown.es

Mientras Walter Raleigh limpiaba la última gota de sangre de su espada, una sombría mancha que le acompañaría hasta su muerte se iba asentando en su carácter. Lo que acababa de hacer le reportaría 160 km2 de tierras en Munster, tierras que fueron su pesadilla durante 17 años y que acabó vendiendo al Conde de Cork asqueado por el recuerdo que le perseguía. La matanza de Smerwick fue rápidamente conocida en toda Europa, e independientemente de las condiciones de rendición supuso una losa pesadísima para la reputación de las armas inglesas.