Cuando los yihadistas de Al Qaeda invadieron Malí y luego Tombuctú, en 2012, uno de sus objetivos era destruir cuantos libros se cruzaran por su camino. El daño podría haber sido incalculable de no ser por personas como Abdel Kader Haidara, que arriesgó su vida para salvar casi 400.000 manuscritos, algunos de ellos piezas de la literatura medieval únicas en el mundo. O el monje benedictino Columba Stewart, que ha pasado los últimos trece años de su vida viajando desde los Balcanes a Oriente Medio para proteger manuscritos amenazados.
Comentarios
La quema de libros es el mayor ataque a la libertad de expresión, un hecho que cometieron los nazis
Artículo 510 del Código penal español (delitos de odio)
2-b) 6. El juez o tribunal acordará la destrucción, borrado o inutilización de los libros, archivos, documentos, artículos y cualquier clase de soporte objeto del delito a que se refieren los apartados anteriores o por medio de los cuales se hubiera cometido. Cuando el delito se hubiera cometido a través de tecnologías de la información y la comunicación, se acordará la retirada de los contenidos.
https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-1995-25444&b=746&tn=1&p=20150331#a510