Tras una jornada de compras, y con el ajetreo propio de una gran urbe como Roma, con mas de un millón de habitantes, para “matar el gusanillo” no faltaban, en cada calle, estos locales de comida rápida, donde por precio muy asequible, se podian tomar platos preparados y un buen vaso de vino romano, generalmente aguado. Estos establecimientos abrian sus puertas a partir del mediodia y cerraban los últimos. Algunos eran considerados tugurios, verdaderos “antros” de vicio, impropios de las clases altas.
Comentarios
Pues me voy a montar mi propio termopolii, con sponsiones y prostitūtus. Es más, paso del termopolii.
Sobra la coma antes de la primera conjunción. Abrían lleva acento. Podían también. Un buen vaso de vino romano. El vino era una puta mierda. Pero hay que poner la frase hecha. Un buen vaso de vino.Por cojones. Antro es una palabra española normal que no tiene por qué llevar comillas. Eso en la entradilla