Hace 4 años | Por libres a kalandraka.com
Publicado hace 4 años por libres a kalandraka.com

En el patio de la escuela había un árbol. Sólo uno. A Pedro le gustaba correr cerca de aquel árbol durante los recreos. Cuando pasaba a su lado lo miraba de reojo para no chocar con él. Un día se detuvo y se fijó en su aspecto. Era delgaducho, con ramas finas, como de alambre, y tenía unas pocas hojas secas. Pedro se acercó y acarició su tronco. De repente, al árbol le brotó una hoja nueva. La profesora le advirtió que no debía tocarlo. Le explicó que podía estropearse. Pero desde aquel momento Pedro no pudo dejar de pensar en el árbol...

Comentarios

D

Ese cuento lo tiene mi hijo, es precioso.

Pero el meneo es entre irrelevante y spam.

libres

...Dos días después lo regó
y al árbol le salieron varias hojas más.

Tres días después lo abrazó
y al árbol le brotó una rama nueva.

A la semana siguiente Pedro trepó a las ramas más altas.
La profesora tuvo que subirse a una escalera para ayudarle a bajar,
porque el árbol había crecido mucho.

Después, Pedro explicó a sus compañeros que aquel árbol necesitaba mucho cariño para crecer.

[...]

(Antonio Sandoval y Emilio Urberuaga, "El árbol de la escuela")


Me ha encantado el libro, tanto por los valores que transmite como por los dibujos maravillosos. Cada uno al leerlo le podrá dar significados distintos. Para mí hay dos metáforas principales, una es la metáfora niño-planta, y otra, menos evidente, la metáfora niños-animales (siempre que aparece el niño aparece el gato, y siempre que aparece la niña aparece el perro; fijaos también en la antepenúltima página, en la que el perro lleva el jersey de la niña).

Para niños entre 3 y 99 años