En el siglo XIX las potencias coloniales jamás perdonaron a los haitianos haber organizado una exitosa rebelión de esclavos contra los franceses propietarios de las plantaciones. Los marines usamericanos ocuparon el país desde 1915 hasta 1934. Después apoyaron a Papa Doc y a Baby Doc, y temieron que pudieran ser sustituidos por un régimen favorable a la vecina Cuba revolucionaria. El Presidente Jean-Bertrand Aristide, un carismático sacerdote populista, fue derrocado en 1991 por un golpe militar con la ayuda de EEUU. Traducción en #1.
El esfuerzo de ayuda para Haití emprendido por los USA está empezando a parecerse peligrosamente a la criminalmente lenta y desorganizada ayuda del gobierno usamericano a la ciudad de Nueva Orleans cuando fue devastada por el huracán Katrina en 2005. Hace cuatro años el presidente Bush se hizo célebre por el mutismo y desapego que mantuvo cuando se rompieron los diques en Louisiana. A manera de contraste, pocas horas después del terremoto de Haití el presidente Obama prometió hacer todo lo posible para ayudar a los supervivientes del desastre.
La retórica de Washington ha sido muy diferente en el caso de esas dos catástrofes, pero el resultado puede ser el mismo. En ambos casos, muy poca ayuda llegó en el momento en que más se necesitaba y, en el caso de Puerto Príncipe, cuando las personas atrapadas bajo los edificios derrumbados todavía estaban vivas. Cuando lleguen los equipos de rescate extranjeros con equipo pesado ya será demasiado tarde. No es de extrañar que haitianos enfurecidos estén levantando barricadas con rocas y cadáveres.
En Nueva Orleans y Puerto Príncipe existe idéntico terror oficial al saqueo por parte de la población local, por lo que la primera ayuda en llegar ha sido la de tropas armadas. Actualmente hay 3.500 soldados, 2.200 marines y 300 sanitarios rumbo a Haití.
Por supuesto que habrá saqueos porque, con las tiendas cerradas o aplanadas por el terremoto, esa es la única manera que tiene la gente para conseguir alimentos y agua. Haití es uno de los países más pobres del mundo. Yo estaba en Puerto Príncipe en 1994, la última vez que las tropas de USA desembarcaron allí, cuando la población local destrozó sistemáticamente las comisarías de policía, llevándose la madera, las cañerías e incluso extrayendo los clavos de las paredes. En la comisaría de policía en la que me encontraba resonaron de pronto gritos de alarma de la gente que estaba saqueando la planta superior porque descubrieron que no podían volver a bajar: habían cortado y robado entera la escalera de madera.
Siempre me han gustado los haitianos por su coraje, su resistencia, su dignidad y originalidad. A menudo se las arreglan para evitar la desesperación frente a los desastres más devastadores o frente a la falta de toda perspectiva de que su vida vaya a mejorar. Su cultura, en particular su pintura y su música, son de las más interesantes y vibrantes del mundo.
Es triste escuchar a los periodistas que se han abalanzado a Haití tras el terremoto dar unas explicaciones tan mistificadoras e incluso racistas sobre la razón por la que los haitianos son tan pobres, viven en aldeas de chabolas con servicios sanitarios mínimos, escaso abastecimiento eléctrico, insuficiente agua potable y carreteras que son como lechos de ríos.
Tal cosa no sucedió por accidente. En el siglo XIX fue como si las potencias coloniales jamás perdonaran a los haitianos haber organizado una exitosa rebelión de esclavos contra los franceses propietarios de las plantaciones. Los marines usamericanos ocuparon el país desde 1915 hasta 1934. Entre 1957 y 1986 los USA apoyaron a Papa Doc y a Baby Doc, y temieron que pudieran ser sustituidos por un régimen favorable a la vecina Cuba revolucionaria.
El Presidente Jean-Bertrand Aristide, un carismático sacerdote populista, fue derrocado en 1991 por un golpe militar y restaurado en 1994 con la ayuda de USA. Pero los estadounidenses siempre recelaron de cualquier signo de radicalismo de este vocero de los pobres y los marginados y lo mantuvieron atado en corto. Tolerado por el Presidente Clinton, Aristide fue tratado como un paria por la administración Bush, que lo hostigó sistemáticamente a lo largo de tres años que culminaron con una rebelión exitosa en 2004 dirigida por gángsters locales que actuaban en nombre de una elite haitiana cleptocrática apoyada por los miembros del ala derecha de la Partido Republicano en USA.
Tantas críticas al presidente Bush se han centrado en sus guerras en Afganistán e Irak que nunca sus acciones igualmente culpables en Haití suscitaron condenas. Pero si Haití es hoy un Estado fallido gobernado en parte por la ONU -en la medida en que está gobernado por alguien-, las acciones estadounidenses de los últimos años tienen mucho que ver con ello.
Los haitianos están pagando ahora el precio de esta débil y corrupta estructura de gobierno porque no hay nadie para coordinar los esfuerzos más elementales de auxilio y rescate. Su debilidad se ve agravada porque la ayuda se ha canalizado a través de ONG extranjeras. Una justificación es que de esa forma es probable que se robe menos dinero, aunque ello no garantice que gran parte de ese dinero llegará a los pobres de Haití. Un chiste amargo de Haití dice que cuando un ministro de Haití se lleva el 15% del dinero de la ayuda se llama "corrupción", y cuando una ONG o una agencia de ayuda se lleva el 50% se llama "gastos generales".
Muchos de los programas gubernamentales de ayuda y de las ONG más pequeñas están dirigidos por personas capaces, enérgicas y desinteresadas, pero otros, a menudo los más grandes, son poco más que tinglados altamente rentables para quienes los dirigen. En Kabul y Bagdad es sorprendente lo poco que han conseguido los costosos esfuerzos de las agencias de ayuda de USA. "El despilfarro de la ayuda está por las nubes", dijo un ex director del Banco Mundial en Afganistán. "Se está produciendo un saqueo en toda regla, en su mayoría por parte de empresas privadas. Es un escándalo". Consultores extranjeros en Kabul cobran frecuentemente entre 250.000 y 500.000 dólares al año en un país donde el 43% de la población sobrevive con menos de un dólar diario.
Todo esto no augura nada bueno para los haitianos que esperan ayuda a corto plazo o una vida mejor a largo plazo. La única manera de que esto realmente suceda es consiguiendo que los haitianos tengan un Estado legítimo que funcione y satisfaga las necesidades de su pueblo. El ejército usamericano, la burocracia de la ONU o las ONG extranjeras nunca van a hacer eso ni en Haití ni en ningún otro lugar.
No hay nada de nuevo en esto. Los estadounidenses se preguntan con frecuencia por qué su ocupación de Alemania y Japón en 1945 tuvo tanto éxito mientras que medio siglo después, en Iraq y Afganistán, ha sido tan desastrosa. La respuesta es que no fueron los USA sino las eficiente maquinaria de los Estados alemán y japonés las que recompusieron sus países. Allí donde esa máquina era débil, como en Italia, la ocupación de los USA se apoyó, con resultados desastrosos, en las elites locales corruptas e incompetentes, como están sucediendo ahora en día en Iraq, Afganistán y Haití.
#3:
A mí también me parece triste. En diarios como El País, se alaba la aportación de marines por parte de los EEUU... y no se menciona para nada este pasado de invasiones, golpes de estado, etc.
Haití, pueblo luchador... pero que sufre las consecuencias de un capitalismo atroz impuesto a sangre y fuego.
A mí también me parece triste. En diarios como El País, se alaba la aportación de marines por parte de los EEUU... y no se menciona para nada este pasado de invasiones, golpes de estado, etc.
Haití, pueblo luchador... pero que sufre las consecuencias de un capitalismo atroz impuesto a sangre y fuego.
El esfuerzo de ayuda para Haití emprendido por los USA está empezando a parecerse peligrosamente a la criminalmente lenta y desorganizada ayuda del gobierno usamericano a la ciudad de Nueva Orleans cuando fue devastada por el huracán Katrina en 2005. Hace cuatro años el presidente Bush se hizo célebre por el mutismo y desapego que mantuvo cuando se rompieron los diques en Louisiana. A manera de contraste, pocas horas después del terremoto de Haití el presidente Obama prometió hacer todo lo posible para ayudar a los supervivientes del desastre.
La retórica de Washington ha sido muy diferente en el caso de esas dos catástrofes, pero el resultado puede ser el mismo. En ambos casos, muy poca ayuda llegó en el momento en que más se necesitaba y, en el caso de Puerto Príncipe, cuando las personas atrapadas bajo los edificios derrumbados todavía estaban vivas. Cuando lleguen los equipos de rescate extranjeros con equipo pesado ya será demasiado tarde. No es de extrañar que haitianos enfurecidos estén levantando barricadas con rocas y cadáveres.
En Nueva Orleans y Puerto Príncipe existe idéntico terror oficial al saqueo por parte de la población local, por lo que la primera ayuda en llegar ha sido la de tropas armadas. Actualmente hay 3.500 soldados, 2.200 marines y 300 sanitarios rumbo a Haití.
Por supuesto que habrá saqueos porque, con las tiendas cerradas o aplanadas por el terremoto, esa es la única manera que tiene la gente para conseguir alimentos y agua. Haití es uno de los países más pobres del mundo. Yo estaba en Puerto Príncipe en 1994, la última vez que las tropas de USA desembarcaron allí, cuando la población local destrozó sistemáticamente las comisarías de policía, llevándose la madera, las cañerías e incluso extrayendo los clavos de las paredes. En la comisaría de policía en la que me encontraba resonaron de pronto gritos de alarma de la gente que estaba saqueando la planta superior porque descubrieron que no podían volver a bajar: habían cortado y robado entera la escalera de madera.
Siempre me han gustado los haitianos por su coraje, su resistencia, su dignidad y originalidad. A menudo se las arreglan para evitar la desesperación frente a los desastres más devastadores o frente a la falta de toda perspectiva de que su vida vaya a mejorar. Su cultura, en particular su pintura y su música, son de las más interesantes y vibrantes del mundo.
Es triste escuchar a los periodistas que se han abalanzado a Haití tras el terremoto dar unas explicaciones tan mistificadoras e incluso racistas sobre la razón por la que los haitianos son tan pobres, viven en aldeas de chabolas con servicios sanitarios mínimos, escaso abastecimiento eléctrico, insuficiente agua potable y carreteras que son como lechos de ríos.
Tal cosa no sucedió por accidente. En el siglo XIX fue como si las potencias coloniales jamás perdonaran a los haitianos haber organizado una exitosa rebelión de esclavos contra los franceses propietarios de las plantaciones. Los marines usamericanos ocuparon el país desde 1915 hasta 1934. Entre 1957 y 1986 los USA apoyaron a Papa Doc y a Baby Doc, y temieron que pudieran ser sustituidos por un régimen favorable a la vecina Cuba revolucionaria.
El Presidente Jean-Bertrand Aristide, un carismático sacerdote populista, fue derrocado en 1991 por un golpe militar y restaurado en 1994 con la ayuda de USA. Pero los estadounidenses siempre recelaron de cualquier signo de radicalismo de este vocero de los pobres y los marginados y lo mantuvieron atado en corto. Tolerado por el Presidente Clinton, Aristide fue tratado como un paria por la administración Bush, que lo hostigó sistemáticamente a lo largo de tres años que culminaron con una rebelión exitosa en 2004 dirigida por gángsters locales que actuaban en nombre de una elite haitiana cleptocrática apoyada por los miembros del ala derecha de la Partido Republicano en USA.
Tantas críticas al presidente Bush se han centrado en sus guerras en Afganistán e Irak que nunca sus acciones igualmente culpables en Haití suscitaron condenas. Pero si Haití es hoy un Estado fallido gobernado en parte por la ONU -en la medida en que está gobernado por alguien-, las acciones estadounidenses de los últimos años tienen mucho que ver con ello.
Los haitianos están pagando ahora el precio de esta débil y corrupta estructura de gobierno porque no hay nadie para coordinar los esfuerzos más elementales de auxilio y rescate. Su debilidad se ve agravada porque la ayuda se ha canalizado a través de ONG extranjeras. Una justificación es que de esa forma es probable que se robe menos dinero, aunque ello no garantice que gran parte de ese dinero llegará a los pobres de Haití. Un chiste amargo de Haití dice que cuando un ministro de Haití se lleva el 15% del dinero de la ayuda se llama "corrupción", y cuando una ONG o una agencia de ayuda se lleva el 50% se llama "gastos generales".
Muchos de los programas gubernamentales de ayuda y de las ONG más pequeñas están dirigidos por personas capaces, enérgicas y desinteresadas, pero otros, a menudo los más grandes, son poco más que tinglados altamente rentables para quienes los dirigen. En Kabul y Bagdad es sorprendente lo poco que han conseguido los costosos esfuerzos de las agencias de ayuda de USA. "El despilfarro de la ayuda está por las nubes", dijo un ex director del Banco Mundial en Afganistán. "Se está produciendo un saqueo en toda regla, en su mayoría por parte de empresas privadas. Es un escándalo". Consultores extranjeros en Kabul cobran frecuentemente entre 250.000 y 500.000 dólares al año en un país donde el 43% de la población sobrevive con menos de un dólar diario.
Todo esto no augura nada bueno para los haitianos que esperan ayuda a corto plazo o una vida mejor a largo plazo. La única manera de que esto realmente suceda es consiguiendo que los haitianos tengan un Estado legítimo que funcione y satisfaga las necesidades de su pueblo. El ejército usamericano, la burocracia de la ONU o las ONG extranjeras nunca van a hacer eso ni en Haití ni en ningún otro lugar.
No hay nada de nuevo en esto. Los estadounidenses se preguntan con frecuencia por qué su ocupación de Alemania y Japón en 1945 tuvo tanto éxito mientras que medio siglo después, en Iraq y Afganistán, ha sido tan desastrosa. La respuesta es que no fueron los USA sino las eficiente maquinaria de los Estados alemán y japonés las que recompusieron sus países. Allí donde esa máquina era débil, como en Italia, la ocupación de los USA se apoyó, con resultados desastrosos, en las elites locales corruptas e incompetentes, como están sucediendo ahora en día en Iraq, Afganistán y Haití.
El gobierno corrupto es el que posibilita que pese a la pobreza extrema una minoría viva del turismo, y ese gobierno lo tienen debido a unas causas muy concretas y precisamente en la noticia se habla de ello. El gobierno que tienen en Haití es el que le interesa a EEUU que tengan y a sus empresas de turismo. La gente que gobierna hoy Haití gobierna para ofrecer su país como diversión sexual, turística y vacacional del primer mundo, la minoría que posee los hoteles y que, mira tu por donde, no han sufrido graves consecuencias del terremoto: http://www.elpais.com/articulo/internacional/ricos/salen/indemnes/elpepiint/20100119elpepiint_5/Tes
Hay siempre que ir más allá de lo que vemos y leemos. De lo ocurrido en Haití tenemos que sacar alguna conclusión. Debemos de enterarnos por qué un huracán produce en República Dominicana 1000 muertos y en Cuba solo 4, siendo el mismo huracán y con la misma intensidad.
En Haití la sociedad no está organizada y unida, no hay un gobierno del pueblo, la sociedad está dispersa, la mayoría no tienen unos derechos humanos básicos... así, ¿cómo se va a hacer frente a una tragedia de estas características?
Lo más triste es que luego los pobres reciben limosnas de los ricos, y estos últimos así limpian su conciencia hacia la opinión pública mientras los pobres siguen siendo explotados y viviendo la mísera vida a la que han sido condenados.
Creo que los haitianos no tienen tanto miedo a la invasión (segura) que van a recibir por parte de los americanos, como el que tienen los franceses a que se les quite uno de los lugares donde podían ejercer mayor influencia
#2 "Los marines usamericanos ocuparon el país desde 1915 hasta 1934. Entre 1957 y 1986 los USA apoyaron a Papa Doc y a Baby Doc, y temieron que pudieran ser sustituidos por un régimen favorable a la vecina Cuba revolucionaria."
Yo creo que hace mucho que ya Francia no pintaba nada. No hay que olvidar que son vecinos de Florida.
"La vecina Cuba revolucionaria" . Cuanto miedo a causado siempre al poderoso EEUU y que mal ejemplo según estos para sus vecinos y no termino de entender su miedo, son pocos, son pobres y para el mundo occidental ni siquiera son libres, solo les diferencia la escolarización obligatoria de todos los niños,su erradicacion del analfabetismo, una casi inexistente mortalidad infantil (A pesar de los escasos recursos médicos )sanidad universal y gratuita y la desaparición de la pobreza extrema....Tiene que ser otra cosa que no alcanzo a comprender, seguiré estudiando
#7, quizás el miedo es a que se demuestre que el socialismo funciona y que se extienda a países del primer mundo, pudiéndose así nivelar por fin la riqueza mundial y que los "dueños" del mundo pierdan sus privilegios.
Hay miedo a que se acabe con el hambre. No habrá comunismo mientras no se logre una revolución a nivel global, con lo cual los países pobres como Cuba que han emprendido el camino al Socialismo solo han logrado una mitad de la revolución. Una de las causas del fracaso de la URSS también fue precisamente el haber renunciado al internacionalismo y adoptar el socialismo "de un solo país" emprendido por Stalin.
De momento ya han colocado a los marines entre Cuba y Venezuela, ¿cuanto tardaran en establecer bases estables y centros de comunicación?, mucho antes de dotar de infraestructuras básicas a la población.
Evidentemente con la excusa de la ayuda humanitaria los USA solo quieren apropiarse de los abundantes recursos naturales de Haiti, tales como el petroleo, el uranio, el oro y tambien de las abundantes obras de arte que tienen sus ricos habitantes y una vez hayan consumado la rapiña se llevaran a los haitianos a EEUU a trabajar como esclavos , de programadores en microsoft o haciendo cohetes para la nasa.
>
#5, obviamente, lo que interesa del Caribe es el turismo. Las playas son posiblemente las consideradas más bonitas del mundo, su paisaje paradisíaco fue alabado a lo largo de la historia, y sus hoteles promocionando el turismo sexual hacen el resto.
El Caribe es el burdel de EEUU. ¿O por qué piensas que EEUU tiene tantas medidas políticas contra Cuba? Haití está justo al ladito.
#6 No dudo que Haiti tenga sus encantos, pero de ahi a decir que tiene sus "playas posiblemente las consideradas más bonitas del mundo" creo que es exagerar un poco. Por otra parte creo que el interior del pais esta bastante arrasado por la deforestacion, tal como se puede apreciar simplemente en googel eart.
Y para desarrollar el turismo ( o simplemente para desarrollarse ) lo primero que se necesita es una administracion y un gobierno estable, eficiente y libre de corrupcion, cosa que no se da ni, seguramente, se dará en ese pais.
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A mí también me parece triste. En diarios como El País, se alaba la aportación de marines por parte de los EEUU... y no se menciona para nada este pasado de invasiones, golpes de estado, etc.
Haití, pueblo luchador... pero que sufre las consecuencias de un capitalismo atroz impuesto a sangre y fuego.
http://rebelion.org/noticia.php?id=98918
Traducido para Rebelión por LB.
El esfuerzo de ayuda para Haití emprendido por los USA está empezando a parecerse peligrosamente a la criminalmente lenta y desorganizada ayuda del gobierno usamericano a la ciudad de Nueva Orleans cuando fue devastada por el huracán Katrina en 2005. Hace cuatro años el presidente Bush se hizo célebre por el mutismo y desapego que mantuvo cuando se rompieron los diques en Louisiana. A manera de contraste, pocas horas después del terremoto de Haití el presidente Obama prometió hacer todo lo posible para ayudar a los supervivientes del desastre.
La retórica de Washington ha sido muy diferente en el caso de esas dos catástrofes, pero el resultado puede ser el mismo. En ambos casos, muy poca ayuda llegó en el momento en que más se necesitaba y, en el caso de Puerto Príncipe, cuando las personas atrapadas bajo los edificios derrumbados todavía estaban vivas. Cuando lleguen los equipos de rescate extranjeros con equipo pesado ya será demasiado tarde. No es de extrañar que haitianos enfurecidos estén levantando barricadas con rocas y cadáveres.
En Nueva Orleans y Puerto Príncipe existe idéntico terror oficial al saqueo por parte de la población local, por lo que la primera ayuda en llegar ha sido la de tropas armadas. Actualmente hay 3.500 soldados, 2.200 marines y 300 sanitarios rumbo a Haití.
Por supuesto que habrá saqueos porque, con las tiendas cerradas o aplanadas por el terremoto, esa es la única manera que tiene la gente para conseguir alimentos y agua. Haití es uno de los países más pobres del mundo. Yo estaba en Puerto Príncipe en 1994, la última vez que las tropas de USA desembarcaron allí, cuando la población local destrozó sistemáticamente las comisarías de policía, llevándose la madera, las cañerías e incluso extrayendo los clavos de las paredes. En la comisaría de policía en la que me encontraba resonaron de pronto gritos de alarma de la gente que estaba saqueando la planta superior porque descubrieron que no podían volver a bajar: habían cortado y robado entera la escalera de madera.
Siempre me han gustado los haitianos por su coraje, su resistencia, su dignidad y originalidad. A menudo se las arreglan para evitar la desesperación frente a los desastres más devastadores o frente a la falta de toda perspectiva de que su vida vaya a mejorar. Su cultura, en particular su pintura y su música, son de las más interesantes y vibrantes del mundo.
Es triste escuchar a los periodistas que se han abalanzado a Haití tras el terremoto dar unas explicaciones tan mistificadoras e incluso racistas sobre la razón por la que los haitianos son tan pobres, viven en aldeas de chabolas con servicios sanitarios mínimos, escaso abastecimiento eléctrico, insuficiente agua potable y carreteras que son como lechos de ríos.
Tal cosa no sucedió por accidente. En el siglo XIX fue como si las potencias coloniales jamás perdonaran a los haitianos haber organizado una exitosa rebelión de esclavos contra los franceses propietarios de las plantaciones. Los marines usamericanos ocuparon el país desde 1915 hasta 1934. Entre 1957 y 1986 los USA apoyaron a Papa Doc y a Baby Doc, y temieron que pudieran ser sustituidos por un régimen favorable a la vecina Cuba revolucionaria.
El Presidente Jean-Bertrand Aristide, un carismático sacerdote populista, fue derrocado en 1991 por un golpe militar y restaurado en 1994 con la ayuda de USA. Pero los estadounidenses siempre recelaron de cualquier signo de radicalismo de este vocero de los pobres y los marginados y lo mantuvieron atado en corto. Tolerado por el Presidente Clinton, Aristide fue tratado como un paria por la administración Bush, que lo hostigó sistemáticamente a lo largo de tres años que culminaron con una rebelión exitosa en 2004 dirigida por gángsters locales que actuaban en nombre de una elite haitiana cleptocrática apoyada por los miembros del ala derecha de la Partido Republicano en USA.
Tantas críticas al presidente Bush se han centrado en sus guerras en Afganistán e Irak que nunca sus acciones igualmente culpables en Haití suscitaron condenas. Pero si Haití es hoy un Estado fallido gobernado en parte por la ONU -en la medida en que está gobernado por alguien-, las acciones estadounidenses de los últimos años tienen mucho que ver con ello.
Los haitianos están pagando ahora el precio de esta débil y corrupta estructura de gobierno porque no hay nadie para coordinar los esfuerzos más elementales de auxilio y rescate. Su debilidad se ve agravada porque la ayuda se ha canalizado a través de ONG extranjeras. Una justificación es que de esa forma es probable que se robe menos dinero, aunque ello no garantice que gran parte de ese dinero llegará a los pobres de Haití. Un chiste amargo de Haití dice que cuando un ministro de Haití se lleva el 15% del dinero de la ayuda se llama "corrupción", y cuando una ONG o una agencia de ayuda se lleva el 50% se llama "gastos generales".
Muchos de los programas gubernamentales de ayuda y de las ONG más pequeñas están dirigidos por personas capaces, enérgicas y desinteresadas, pero otros, a menudo los más grandes, son poco más que tinglados altamente rentables para quienes los dirigen. En Kabul y Bagdad es sorprendente lo poco que han conseguido los costosos esfuerzos de las agencias de ayuda de USA. "El despilfarro de la ayuda está por las nubes", dijo un ex director del Banco Mundial en Afganistán. "Se está produciendo un saqueo en toda regla, en su mayoría por parte de empresas privadas. Es un escándalo". Consultores extranjeros en Kabul cobran frecuentemente entre 250.000 y 500.000 dólares al año en un país donde el 43% de la población sobrevive con menos de un dólar diario.
Todo esto no augura nada bueno para los haitianos que esperan ayuda a corto plazo o una vida mejor a largo plazo. La única manera de que esto realmente suceda es consiguiendo que los haitianos tengan un Estado legítimo que funcione y satisfaga las necesidades de su pueblo. El ejército usamericano, la burocracia de la ONU o las ONG extranjeras nunca van a hacer eso ni en Haití ni en ningún otro lugar.
No hay nada de nuevo en esto. Los estadounidenses se preguntan con frecuencia por qué su ocupación de Alemania y Japón en 1945 tuvo tanto éxito mientras que medio siglo después, en Iraq y Afganistán, ha sido tan desastrosa. La respuesta es que no fueron los USA sino las eficiente maquinaria de los Estados alemán y japonés las que recompusieron sus países. Allí donde esa máquina era débil, como en Italia, la ocupación de los USA se apoyó, con resultados desastrosos, en las elites locales corruptas e incompetentes, como están sucediendo ahora en día en Iraq, Afganistán y Haití.
#9, para ver sus playas solo hay que ver esto:
Y no te equivoques. En Haití el turismo está totalmente consolidado al igual que en todo el caribe, y además la Organización Mundial del Turismo ha dicho que no cree que la tragedia afecte:
http://www.adn.es/internacional/20100118/NWS-1140-OMT-Caribe-Haiti-terremoto-turismo.html
El gobierno corrupto es el que posibilita que pese a la pobreza extrema una minoría viva del turismo, y ese gobierno lo tienen debido a unas causas muy concretas y precisamente en la noticia se habla de ello. El gobierno que tienen en Haití es el que le interesa a EEUU que tengan y a sus empresas de turismo. La gente que gobierna hoy Haití gobierna para ofrecer su país como diversión sexual, turística y vacacional del primer mundo, la minoría que posee los hoteles y que, mira tu por donde, no han sufrido graves consecuencias del terremoto:
http://www.elpais.com/articulo/internacional/ricos/salen/indemnes/elpepiint/20100119elpepiint_5/Tes
Hay siempre que ir más allá de lo que vemos y leemos. De lo ocurrido en Haití tenemos que sacar alguna conclusión. Debemos de enterarnos por qué un huracán produce en República Dominicana 1000 muertos y en Cuba solo 4, siendo el mismo huracán y con la misma intensidad.
En Haití la sociedad no está organizada y unida, no hay un gobierno del pueblo, la sociedad está dispersa, la mayoría no tienen unos derechos humanos básicos... así, ¿cómo se va a hacer frente a una tragedia de estas características?
Lo más triste es que luego los pobres reciben limosnas de los ricos, y estos últimos así limpian su conciencia hacia la opinión pública mientras los pobres siguen siendo explotados y viviendo la mísera vida a la que han sido condenados.
Creo que los haitianos no tienen tanto miedo a la invasión (segura) que van a recibir por parte de los americanos, como el que tienen los franceses a que se les quite uno de los lugares donde podían ejercer mayor influencia
#2 "Los marines usamericanos ocuparon el país desde 1915 hasta 1934. Entre 1957 y 1986 los USA apoyaron a Papa Doc y a Baby Doc, y temieron que pudieran ser sustituidos por un régimen favorable a la vecina Cuba revolucionaria."
Yo creo que hace mucho que ya Francia no pintaba nada. No hay que olvidar que son vecinos de Florida.
"La vecina Cuba revolucionaria" . Cuanto miedo a causado siempre al poderoso EEUU y que mal ejemplo según estos para sus vecinos y no termino de entender su miedo, son pocos, son pobres y para el mundo occidental ni siquiera son libres, solo les diferencia la escolarización obligatoria de todos los niños,su erradicacion del analfabetismo, una casi inexistente mortalidad infantil (A pesar de los escasos recursos médicos )sanidad universal y gratuita y la desaparición de la pobreza extrema....Tiene que ser otra cosa que no alcanzo a comprender, seguiré estudiando
#7, quizás el miedo es a que se demuestre que el socialismo funciona y que se extienda a países del primer mundo, pudiéndose así nivelar por fin la riqueza mundial y que los "dueños" del mundo pierdan sus privilegios.
Hay miedo a que se acabe con el hambre. No habrá comunismo mientras no se logre una revolución a nivel global, con lo cual los países pobres como Cuba que han emprendido el camino al Socialismo solo han logrado una mitad de la revolución. Una de las causas del fracaso de la URSS también fue precisamente el haber renunciado al internacionalismo y adoptar el socialismo "de un solo país" emprendido por Stalin.
De momento ya han colocado a los marines entre Cuba y Venezuela, ¿cuanto tardaran en establecer bases estables y centros de comunicación?, mucho antes de dotar de infraestructuras básicas a la población.
Evidentemente con la excusa de la ayuda humanitaria los USA solo quieren apropiarse de los abundantes recursos naturales de Haiti, tales como el petroleo, el uranio, el oro y tambien de las abundantes obras de arte que tienen sus ricos habitantes y una vez hayan consumado la rapiña se llevaran a los haitianos a EEUU a trabajar como esclavos , de programadores en microsoft o haciendo cohetes para la nasa.
>
#5, obviamente, lo que interesa del Caribe es el turismo. Las playas son posiblemente las consideradas más bonitas del mundo, su paisaje paradisíaco fue alabado a lo largo de la historia, y sus hoteles promocionando el turismo sexual hacen el resto.
El Caribe es el burdel de EEUU. ¿O por qué piensas que EEUU tiene tantas medidas políticas contra Cuba? Haití está justo al ladito.
#6 No dudo que Haiti tenga sus encantos, pero de ahi a decir que tiene sus "playas posiblemente las consideradas más bonitas del mundo" creo que es exagerar un poco. Por otra parte creo que el interior del pais esta bastante arrasado por la deforestacion, tal como se puede apreciar simplemente en googel eart.
Y para desarrollar el turismo ( o simplemente para desarrollarse ) lo primero que se necesita es una administracion y un gobierno estable, eficiente y libre de corrupcion, cosa que no se da ni, seguramente, se dará en ese pais.