Hace 14 años | Por LAG a elcorreodigital.com
Publicado hace 14 años por LAG a elcorreodigital.com

2.579.910 euros. Esto es lo que ha costado a las arcas públicas la salida de altos cargos del Gobierno vasco de Juan José Ibarretxe en cesantías. Esta figura laboral cubre el pago de prestaciones a quienes cesan en su puesto de trabajo en función de la categoría y la antigüedad, entre otros conceptos. El subdirector general de Innovación de la SPRI, Juan José Duque, recibió 284.887 euros y el presidente de la Red de Parques Tecnológicos, Julián Sánchez Alegría, se fue con 128.692.

Comentarios

D

Ya es casualidad que el periódico del Gobierno Vasco elabore esta noticia justo el mismo día que sale esta otra: el Gobierno Vasco se gasta 17.200 euros en 81 banderas españolas.
Patxi López rompe la tendencia del PNV y adquiere 81 banderas españolas

Hace 14 años | Por --61846-- a cadenaser.com


A 212 euros por bandera, oiga.

francisco

Si no me equivoco se reparte entre más de 250 personas (215 + 27 + 9).

Eso son 10.000 € de media como indemnización por despido, así que salvo que el reparto sea 2 millones para 10 o 20 altos cargos y el resto para los 230 no se si la noticia tiene demasiado sentido.

La gente deja sus puestos de trabajo para pasar a estas direcciones, algunos muy bien remunerados y cuando les despiden no es tan sencillo reubicarse, no se si es para escandalizarse salvo algún que otro caso como los 285.000 € o los 128.000 € de esos dos casos.

wiju

Lo malo de todo esto no es que los que han salido (afines al PNV) cobren 2,5 millones de € en total. Es que ahí no se pone a las personas por su validez, si no por ser "amigo de". Y la persona "amigo de" siempre se sustituirá en un cambio de gobierno.

¿O Pensáis que cuando haya cambio de gobierno los del PSOE-PP no van a ser sustituidos y no van a cobrar 2,5 millones de €uros o más al salir?

L

#2 Me da igual de partido que sea el agraciado. Me parece una vergüenza ahora que le toca al PNV y cuando le toque al PSOE o al que sea.

Y también me parecen de escándalo las pensiones que se otorgan los parlamentarios vascos todos y los diputados del Congreso todos por estar unos añitos en el escaño mientras que los demás tenemos durante cotizar décadas. ¡Para eso y para subirse el sueldo no tienen problemas en ponerse de acuerdo izquierdas y derechas, nacionalismos y centralismos...

arkimia

Ese sistema paradisíaco (el político no-profesional que pide una excedencia y vuelve a su trabajo sin problemas) sólo podría darse con funcionarios, que tienen esa posibilidad garantizada. Vete tú, #9, a contarle a mi jefe -en una empresa privada- que me voy cuatro años a hacer política y que me espere, que me guarde el sitio para mí (por mucho que lo diga el convenio).

¿A los políticos no hay que pagarles por su trabajo, como a unos trabajadores más?

Entonces ya sé quiénes se dedicarán a la política: como dices, dos tipos de gente:
- funcionarios en excedencia, y
- gente de mucha pasta, de familia bien, que pueda permitirse vivir sin trabajar, de las rentas.

¿Es esta la "casta política" que deseas? Funcionarios excedentes, burgueses y nobles... ¿a qué me suena esto? Ah, sí, ahora caigo: a la ilustración. Esto es, clavaíto, clavaíto, el final del siglo XVIII. Sólo los ricos y los desquehacerados podían dedicarse al "noble arte" de la política. Los trabajadores y sus hijos no, esos no. Joder, vaya modelo de democracia más moderno.

arkimia

Sensacionalista y demagógico.

El lehendakari Ibarretxe, por ejemplo, ha cobrado menos de 9.000 € tras diez años en el cargo. A menos de 1.000 € por año de indemnización. ¿Es proporcional con la indemnización por despido de cualquier trabajador?

Salvo algún caso muy, muy especial (alguien que lleve 30 años trabajando en un alto cargo en una empresa pública, por ejemplo, y que es cesado), creo que toda la noticia huele a sensacionalismo barato y demagogia de la dura.

p

#5 Se te pasa por alto un pequeño detalle, el lehendakari y cualquier político que ostente un cargo público no es un trabajador, entre otras cosas porque no tienen un contrato de trabajo.

Se nos olvida que un político no es un trabajador cuando ocupa un cargo público; es una persona que decide dedicarse por un tiempo a trabajar por la sociedad. Es un acto voluntario y al que se le supone adherido una serie de valores extras que no tiene un trabajador normal y corriente: lealtad a su pueblo y sus leyes, ideales políticos, sacrificio por el bien común, etc, etc (que nadie hace hoy en día).

arkimia

claro, claro, #6: y vivirá durante esos años de "dedicación religiosa" del aire, y del amor a la humanidad.

Un poco de realismo, de pragmatismo: los políticos, los gestores de la cosa pública, son trabajadores. Sus accionistas, los propietarios de su "empresa", somos todos nosotros, los contribuyentes, y deberíamos pagar su esfuerzo con un salario digno y unas condiciones de trabajo equiparables -ni mejores ni peores- que a cualquier otro trabajador que se deja ocho, diez o doce horas diarias en su empresa.

Malpagar a los trabajadores o eludir responsabilidades sociales exigibles al empleador no es el camino para poder después exigir un desempeño eficiente de su trabajo a los gestores públicos. Chascarrillo final:

"- ¿Por qué no trabajo? Porque no me pagan."
"- ¿Por qué no pago? Porque no trabajan."

Y así nos va.

p

#8 Yo no he dicho que no tengan una paga, como realmente ocurre pues, evidentemente, tienen que vivir.

#8 Tienes que ser o aspirar a ser político profesional porque sino tu comentario no se entiende. Lamentablemente, opiniones como la tuya (y tan generalizadas últimamente) son las que corrompen el sistema democrático.
Ser político no es una profesión, es una aptitud ante la sociedad. El político tiene que tener su empleo y su profesión; y cuando decida y sea elegido para cargo público, dedicarse a ello. Evidentemente tiene que dejar su empleo y por eso las leyes les ampara ante ello y no pierden su puesto cuando dejan de ser cargo público (excedencia).
Tener un cargo público es transitorio o temporal porque se trata de servir al pueblo durante un periodo. No se trata de una profesión. Eso es síntoma de salud democrática. Desgraciadamente, cada vez vemos a más políticos dando vueltas por la escena pública (de ministro, a concejal, a diputado, a senador, etc) como medio de vida porque no tienen otro sitio donde ir. Son parásitos del sistema que lo corrompen.

rafaelbolso

¡Qué los parió!