Hace 15 años | Por tollendo a rinzewind.org
Publicado hace 15 años por tollendo a rinzewind.org

El curioso caso de Giles Brindley, el profesor que, para probar diversas sustancias que creía que podían ayudar contra la disfunción eréctil, las inyectó en su propio pene y esperó a ver los resultados. Luego escribió un artículo sobre la experiencia. "In the course of developing treatments for erectile impotence and priapism that use them, I made, on myself as subject". La historia de un científico bajando del estrado, pantalones por las rodillas, herramienta en ristre, dirigiéndose hacia el público.