"Lola Dinamita" describe un mundo lleno de gente de carne y hueso fantásticamente preparada para dejarse ahogar en una bañera o quemar en una hoguera. Un mundo tan sucio y contaminado como el aire que respiramos, o el agua con demasiado plomo del Canal de Isabel II: algo que en cualquier momento puede ocasionar una catástrofe.
"Lola Dinamita es un libro que emociona porque en todo lo que se cuenta hay un filo o una arista que corta, quema o explota, donde todos los personajes, sean un títere, una mujer con estrés posparto, unos niños filósofos o una cajera de supermercado, conocen la realidad en la misma medida de que descreen de ella (también conocen sus trampas y sus vías de escape o de emergencia, y saben usarlas muy bien si hace falta). En fin, no es un libro ni tan naïf ni tan tremendista como algún crítico ha querido verlo, sino con una enorme capacidad para destilar la belleza de la destrucción y la paz y libertad de las cenizas".
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"Lola Dinamita es un libro que emociona porque en todo lo que se cuenta hay un filo o una arista que corta, quema o explota, donde todos los personajes, sean un títere, una mujer con estrés posparto, unos niños filósofos o una cajera de supermercado, conocen la realidad en la misma medida de que descreen de ella (también conocen sus trampas y sus vías de escape o de emergencia, y saben usarlas muy bien si hace falta). En fin, no es un libro ni tan naïf ni tan tremendista como algún crítico ha querido verlo, sino con una enorme capacidad para destilar la belleza de la destrucción y la paz y libertad de las cenizas".