Para ganarse un dinero extra, el aparcacoches sudafricano cantaba y bailaba para entretener a sus clientes mientras estacionaban. Una chica le grabó en vídeo y lo subió a internet, meses después Alen ha conseguido el primer contrato de su vida para grabar un disco.
Comentarios
Su hermano se va a forrar haciendo Star Wars
Lo sé, malísimo...
Qué gracia, extorsionaba a los ciudadanos con ritmo y canciones.
Debe ser el nuevos istema de la mafia: oye, tú, que me des un euros o te rajo las ruedas, pero te canto una canción de buen rollito eh?