Hace 3 años | Por bomowski a 3djuegos.com
Publicado hace 3 años por bomowski a 3djuegos.com

Nacido en 1987, Freddy Hardest podría haber sido un bombazo internacional si hubiera nacido en otra época pero lo hizo 20 años antes. Su historia es la de un bribón y un mujeriego, sí, pero también la de un héroe que protagonizó un videojuego fantástico y su secuela, además de un cómic. Entre bastidores hay un relato sobre su autoría, su gestación y las esperanzas que le rodeaban.

Comentarios

toshiro

AHH que recuerdos!!
Aquel verano me rompí el brazo derecho y aprendí a pasármelo manejando el joystick con la izquierda y pulsando los botones con la derecha. Cuántas horas de diversión les debo a los señores de dinamic

S

Este juego era de una dificultad imposible, como tantos españoles de la época que deben su fama al constante peloteo de las revistas (o de “la revista”), cuyo negocio se basaba precisamente en pillar publicidad de los desarrolladores de los mismos juegos que analizaban.

D

#1 ¿Cómo? Este y Phantis son de lo más facilón de Dinamic.
Si me dices Game Over y otros, vale...

Lo que disfruté este juego y su introducción peliculera

meneandro

#3 Dependerá también de qué versión hayas jugado. En algunos micros los ports cambiaban la dificultad un tanto (a veces simplemente por la mera programación de cada uno -ordenador más lento/rápido, gráficos de tamaños distintos, etc.- y otras por decisiones de diseño)

D

#4 Spectrum, claro... en Amstrad era más fácil aún

D

#1 No, lo que pasa es que los juegos actuales son facilísimos. Recuerdo el Head Over Heels, que me volvía loco, con sus más de 300 pantallas (sí, trescientas pantallas en 48Ks), y una dificultad endiablada: la cosa es que no era "jugar un par de días y acabártelo", sino tirarte meses, perdiendo una y otra vez, pero avanzando un poquito más de cada vez, descubriendo nuevos rincones que antes no conocías... y veinte años después, que unos compañeros del trabajo te enseñen un remake, te pongas a jugar, y aún recuerdes tooooodo el camino, milímetro a milímetro, y los dejes con la boca abierta