Hace 13 años | Por Feindesland a quintopino.org
Publicado hace 13 años por Feindesland a quintopino.org

Como en aquella época no existía la ley de protección de datos ni cosa que se le pareciera, dejaron tiradas copias de las nóminas, contratos, pesajes, transportes, y también unas cuantas fichas del personal. Algunos curiosos (o fisgones) hemos dado alguna vuelta por allí, y un día cayó en mis manos una ficha de un trabajador, que decía...

Comentarios

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Hay una diferencia entre el trabajador que dice: "no, para eso a mi no me pagan" y el que un día llama a la puerta del jefe y le dice "oiga, llevo tiempo haciendo cosas que creo que deben ser mejor remuneradas".

Yo, como empresario, preferiría a los segundos. Son los que dan competitividad a la empresa. Los primeros no tienen ningún futuro, porque sirven al principio pero al final pierden la motivación necesaria para el trabajo bien hecho. Cuando entras en una empresa te dan un salario sin haber demostrado nada. A la hora de intentar mejorar, no puede ser que vengan primero las mejoras en las condiciones y después las mejoras en tu trabajo; tiene que ser al revés.

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#1 Entonces, a día de hoy como es eso... contratos de 8 horas, de los que trabajamos 10. Y luego al año (o años) le dices que crees que deberían pagarte las horas extras. Pues se reirán de tí por tonto.

Puntual y cumplidor, si con esas reseñas no te quieren en la empresa, es que la empresa no merece la pena.

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#1 Vas a recibir críticas, y con razón.

Tú barres para tu lado como el trabajador barre para el suyo. Para ti lo esencial es la empresa, y para el trabajador su sueldo y su vida. ¿Por qué ha de regalarte su trabajo y su tiempo? ¿Eso es algo que exiges a los proveedores y a los clientes también? ¿O permitirías que un cliente te exigiera dejar parte de lo que le vendes sin cobrar?

Hay que ser consecuente y justo, y me temo que para ser empresario hace falta algo más que tener la sensación de estar haciendo un favor al trabajador. Se trata de un compromiso, trabajo de calidad a cambio de un salario justo. Los favores se pueden hacer si el clima lo permite, pero no es exigible.

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#3 Estoy de acuerdo. Pero en este caso las matemáticas no funcionan. Según esta regla de 3, el primer mes (o el periodo de prueba) no deberías cobrar nada, porque puede que falles y luego, quien le devuelve el dinero al empresario? ... al menos en el Corte Inglés si los pantalones te salen tarados, te devuelven el dinero.

Y eso no es así, yo estoy de acuerdo que una persona debe tener un salario digno desde el primer día. Ahora bien, el tema está en si se quiere mejorar. Es muy raro que una persona esté siempre motivada con el mismo tipo de trabajo y con el mismo salario. Y hay dos formas de afrontarlo:

1) yo no doy más calidad porque no me la pagan. Soy capaz de darla pero antes quiero una mejora de las condiciones

2) yo doy todo lo que puedo dar, y luego voy a pedir lo que es justo por lo que ya he dado, que ha sido una demostración de lo que puedo dar. Si no se me recompensa en su justa medida, con una mejora de mis condiciones, me largo porque si lo que hago vale más que lo que me pagan, alguien me lo pagará. O me aguanto, entonces sí, dando menos de lo que podría dar. Pero esto acaba con el trabajador, porque es muy difícil trabajar así. A menos que se sea realmente incapaz de dar más.

En lo de tomar partidos no estoy de acuerdo. Para un trabajador lo esencial es su sueldo y su vida, pero resulta que en gran parte ello depende de que su empresa vaya bien. O sea que no puede estar en "contra" de ella. Un proveedor del que eres buen cliente se esfuerza más contigo porque depende de ti. Un trabajador debería tener también esta visión. Y un empresario que se precie como tal, debe ser perfectamente conocedor de lo que vale en el mercado el servicio que les están dando sus trabajadores. Si paga por debajo, la empresa no le irá bien. Si paga por encima, tampoco.

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#4 El problema está en la desconfianza mutua entre trabajador y empresario. Como se dan abusos y hay gente con mucha cara en ambas partes, nadie quiere dar más por si acaso luego la otra parte no responde como debería. Pero a su vez este comportamiento es la causa de la desconfianza, puesto que reafirma al otro en sus opiniones.

Lo cierto es que cuanto más precaria es la situación económica, más abusos se cometen y peor ambiente laboral hay. Y eso no tiene fácil arreglo.

Por cierto, yo soy trabajador y por supuesto quiero que mi empresa vaya bien, pero lo que no quiero es que se haga a mi costa. Si fuera así, exigiría un reparto en el trabajo y en los beneficios. Me parece bien implicar al trabajador en la empresa, pero en todos los aspectos. Lo lamentable es que hay empresas que exigen trabajo extra en épocas difíciles, pero no recompensan en las buenas épocas. Y eso hace que el trabajador ya no quiera esforzarse por una empresa que no le aprecia ni le valora.