Ciertamente son y se saben minoritarias dentro de la Iglesia. El relevo no llega y los años van pasando, con la esperanza a cuestas de una Iglesia más pobre y despojada de poder que se mueva con los signos de los tiempos. Pero su voz es firme, perseverante, clara y la oirás en la calle, junto al colectivo en lucha, junto a esa causa justa, junto al clamor de los últimos. Los cristianos de base, catapultando su fe desde la comunidad, siguen caminando en la lucha y la esperanza del Reino de Dios.
Comentarios
Es la misma situación de cambiar las cosas desde abajo.
Los ciudadanos quieren cambiar las cosas que hacen los politicos y los oligarcas con sus normas y sus trapicheos para el beneficio de unos pocos.
Los feligreses o creyentes de base quieren cambiar las cosas de la aristocracia religiosa (los capos religiosos, conferencia episcopal, vaticano, ...)
En las comunidades sueñan cada día con otra Iglesia.
“Una Iglesia más pobre, sin poder, más evangélica. Jesús es muy claro y nos dice que no llevemos alforjas, ni doble túnica, ni oro ni plata...
¿cómo puede estar el dinero tan metido en la Iglesia?”, se pregunta Juan Cejudo.
“Una Iglesia que vuelva a su esencia, que transmita el mensaje liberador de Jesús,
que incluya y no excluya, que trabaje codo con codo con los que buscan un mundo más justo”, dice Mallavibarrena.
“Un cristianismo sin poder, laico, igualitario, de levadura en la masa y empeñado en la liberación. Iglesia en griego significa asamblea. Una Iglesia asamblearia en torno a Jesús de Nazaret.”, sueña Domínguez.
Son comunidades dentro de un club con unas normas que no quieren aceptar. Si creéis que la Iglesia Católica no cumple con los mandamientos de Jesús pues no pintáis nada en ella. Denunciad e inaugurad una iglesia que sí lo haga.
Hay que estar muy ciego para no ver que son los cristianos de base los que "hacen". Después los jerarcas se apropian de ese trabajo (ejemplo: Cáritas).
Hay que ser muy obtuso para no ver inmenso trabajo de muchos cristianos. Trabajo en beneficio de otros seres humanos. Dedicación sin esperar más recompensa que la felicidad de otros. Trabajo sin propaganda ni proselitismo. Un buen ejemplo (por lo reciente de su trabajo y su muerte) es Vicente Ferrer. Un jesuita que dejó de ser jesuita, un sacerdote que dejó a un lado las tradiciones de la Iglesia Católica; se casó, tuvo hijos (biológicos) y continuó "haciendo" (le gustaba hacer mucho y hablar poco...) lo posible por una comunidad que, además de no olvidarle, sigue manteniendo su proyecto.
Desde mi profundo agnosticismo; manifiesto mi respeto y mi cariño por estos cristianos de base que ponen por delante de las tradiciones, costumbres y doctrinas de la Iglesia Católica; las necesidades de otros seres humanos. El espíritu de los evangelios por delante de la letra del catecismo. Los que creen que lo importante es cumplir los preceptos de Jesús de Nazaret antes que las normas morales que pretenden imponer al resto del mundo los jerarcas de su propia iglesia. Los humildes. Porque estos cristianos si contribuyen a hacer un mundo mejor.
#1 Ten en cuenta que a la mayoría les metieron en ese club al poco de nacer. Y que les "confirmaron" en la más tierna adolescencia (un viejo truco de la Iglesia Católica para contar como adeptos a millones de niños).
Ten en cuenta que, como cualquier otro ser humano, cuando creces en un grupo social que, más por tradición que por convicción, practica los ritos católicos, no es nada fácil salir de ese círculo.
Por otra parte, las normas de los clubes no son las leyes del universo. Se pueden cambiar!! y de hecho se cambian cuando la mayoría de los "socios" quieren cambiarlas.
Saludos.