La excelsa y controvertida claúsula “si Dios quiere”, que el Gobierno y Bankia acordaron incluir en las condiciones del rescate, está complicando sobremanera la devolución de los 23.000 millones de euros que los ciudadanos detrajeron de la Sanidad y la Educación para prestárselo a la entidad y evitar de ese modo que cientos de directivos y grandes accionistas vieran trágicamente descarrilados sus trenes de vida. José Luis Goirigolzarri se mostraba ayer visiblemente afectado por su última reunión con Dios y de la enésima negativa.
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Y la Virgen del Rocío, tampoco.
Por lo menos hasta que él se haya llevado su Bonus por beneficios.
Dos hostias!!