Hace 10 años | Por hellodolly a diariosur.es
Publicado hace 10 años por hellodolly a diariosur.es

La sala en la que se mueve el gigante de metro noventa y 54 años que responde al nombre de Andrei Kulish es un curiosísimo quirófano con un calendario de macizas manchadas de grasa y una cadena de música en la que suena Mozart a tres bombas. En un mundo en el que todo lo que se rompe se tira, en la era de la obsolescencia programada, la sala es una cápsula en el tiempo en la que un Mercedes de los años 50 en chapa viva es candidato a volver a la vida.