Hace 9 años | Por Soapy_Henderson a naukas.com
Publicado hace 9 años por Soapy_Henderson a naukas.com

Imagina la escena, un amanecer en lo que parece ser la costa. Unas rocas reciben el vaivén del suave oleaje. A excepción del agua sobre la piedra y una levísima brisa: completo silencio, no se oye nada. Y, de hecho, como no haya un movimiento tectónico o una erupción volcánica, no se oirá nada más por mucho tiempo. De hecho no hay nada capaz de oír todavía porque estamos viendo una imagen de hace 2.800 millones de años y entonces el mundo pertenecía a las bacterias...