Hace 5 años | Por Samu__
Publicado hace 5 años por Samu__

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N

Enhorabuena por el artículo. Esto me ha recordado a una reflexión de Punset, no recuerdo si era en “Viaje al amor” o “Cara a cara con la vida, la mente y el Universo” (no me he leído más, así que en uno de estos será…) El caso es que trataba de poner nombre y apellidos a esos sentimientos que indicas en el artículo. Resulta que éstos son nada menos que los genes. Están perfectamente programados y aislados (por tanto, protegidos) de nuestra razón. Tienen una misión de prioridad superior a la razón, la cual es la perpetuación de la especie. Eso sí, los únicos que sobreviven son ellos. Ellos se perpetúan, pasando de generación en generación a través nuestra. ¡Nosotros somos meros vehículos en su viaje!
Qué cabrones, y yo creía que tenía el control de mi vida…. Pues lo siento, no es así, al menos de manera general como especie. Los malditos/benditos genes nos marcan el camino y encima nos premia cuando llevamos a cabo su misión, segregando las sustancias químicas necesarias para deleite de nuestro cerebro. Sí, eso es, igual que cuando le das una galleta a un pastor alemán cuando te da pata.
Para más inri, esto no nos hace especiales como especie, pues prácticamente la misma misión reside en los genes del resto. Otra lección de humildad.
Así que sí, mejor dejarse llevar y tratar de frustrarse lo más mínimo. Si somos el vehículo, yo me pido uno elegante y confortable. Hay que disfrutar del viaje.

D

#1 Sí, creo que Punset inventó lo del gen egoísta y también descubrió la Teoría de la Evolución y la de la Relatividad.