Sobre el proyecto de la OMS de la Red de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores. El artículo se centra en la novedad de ete proyecto, en el que todos estamos llamados a participar, no solo las administraciones
Yo creo que para que una ciudad sea amigable a las personas mayores, lo primero que tienen que controlar es el tiempo que tardan los semáforos en ponerse en rojo.
En mi ciudad el tiempo que dejan los semáforos desde que empiezan a parpadear hasta que se ponen en rojo es muy corto. Hay una calle de 5 carriles (3+2 para girar a ambos lados) en la que si se pone a parpadear el semáforo justo cuando empiezas a cruzar, a duras penas llegas al otro lado sin que se te ponga en rojo.
A mí que soy joven y camino rápido me cuesta llegar al otro lado antes de que cambie. A una persona mayor o que no camine tan rápido no le da tiempo ni a llegar a la mitad.
#2 Tienes razón. Esas cosas pasan a diario a nuestro alrededor. Esa calle que describes es una auténtica frontera para una persona mayor...
Por eso es importante tomar la iniciativa. Por eso debemos reclamar programas como el de Ciudades Amigables: podemos participar no solo en la queja (esa posibilidad, al menos teóricamente, ya la tenemos en todos nuestros ayuntamientos), sino también en los procesos de transformación de las ciudades para que sean realmente más "humanas".
Las ciudades amigables para las personas "mayores" serán evidentemente amigables para las personas "en general" (jóvenes como tú). También eso es destacable.
Comentarios
Sí, creo que la gente de 40 vive muy bien por aquí.
Yo creo que para que una ciudad sea amigable a las personas mayores, lo primero que tienen que controlar es el tiempo que tardan los semáforos en ponerse en rojo.
En mi ciudad el tiempo que dejan los semáforos desde que empiezan a parpadear hasta que se ponen en rojo es muy corto. Hay una calle de 5 carriles (3+2 para girar a ambos lados) en la que si se pone a parpadear el semáforo justo cuando empiezas a cruzar, a duras penas llegas al otro lado sin que se te ponga en rojo.
A mí que soy joven y camino rápido me cuesta llegar al otro lado antes de que cambie. A una persona mayor o que no camine tan rápido no le da tiempo ni a llegar a la mitad.
#2 Tienes razón. Esas cosas pasan a diario a nuestro alrededor. Esa calle que describes es una auténtica frontera para una persona mayor...
Por eso es importante tomar la iniciativa. Por eso debemos reclamar programas como el de Ciudades Amigables: podemos participar no solo en la queja (esa posibilidad, al menos teóricamente, ya la tenemos en todos nuestros ayuntamientos), sino también en los procesos de transformación de las ciudades para que sean realmente más "humanas".
Las ciudades amigables para las personas "mayores" serán evidentemente amigables para las personas "en general" (jóvenes como tú). También eso es destacable.