Que el fortalecimiento del EI haya aumentado las posibilidades de supervivencia del régimen sirio no es fruto del azar, sino de una estrategia que Damasco ha ido implementando desde el principio del conflicto, contribuyendo al crecimiento del EI de tres maneras. El precio a pagar es tener que gobernar un estado fallido, roto y devastado en una región cada vez más inflamable. Bashar al-Asad va comprando tiempo, aunque sea a base de sembrar de minas todo Oriente Medio.
Comentarios
Algo parecido sucedió en Algeria con el GIA. Nada nuevo bajo el sol.