En las entrañas de la Huasteca se reconstituye la nación Xi’iuy. Un pueblo originario que se creía en proceso de desaparición se ha encontrado consigo mismo. Su bandera simboliza esta recreación de su propio orden, en la que se recupera y reinterpreta su historia. Tiene franjas de tres colores: rojo, negro y amarillo. Rojo, porque cuando los xi’iuy combatieron desnudos contra la invasión española en la guerra chichimeca, se pintaban el cuerpo de ese color. En el centro hay una palma, abajo de ésta una flecha y arriba un rifle.