Hace 9 años | Por Ka0 a lasindias.com
Publicado hace 9 años por Ka0 a lasindias.com

En esos chicos que recorren Europa con sus perros y sus flautillas de viento pidiendo «una monedita», urgando en contendedores, meando contra las paredes y escandalizando a los bienpensantes por su poco amor a la higiene personal, viven los más maltratados de los viejos filósofos y sus ideas. Y mientras la furia reguladora de los ayuntamientos lo permita, cada ciudad tendrá su perro-flauta errante, un marginal, un costroso, pero también el último avatar del cinismo.