YO: si se considera, la propia religión también basa su ética en el mundo real. Por ejemplo, en el mundo real nadie se lanzaría por un acantilado, porque sufriría una caída y una muerte dolorosa; análogamente, en el mundo real la gente sigue principios sociales de buena convivencia y cooperación porque la especie humana ha basado su progreso en la conducta social. Lo que ocurre es que la religión te da razones ficticias para justificar los principios éticos; es decir, la religión no te dice que no te tires por un acantilado porque sufrirás una caída dolorosa, o que no trates mal a los demás porque el progreso humano se basa en la buena cooperación social, sino que la religión te dice que no hagas esas cosas porque si las haces, el dios de esa religión te castigará. De hecho, ninguna religión te va a decir que hagas algo que desde el punto de vista de la ética mundana, no religiosa, sería claramente inadmisible, como lanzarte por ese acantilado o torturar a un bebé.
Desde este punto de vista, no es la religión la que crea la ética, sino que es la ética la que constituye la base o marco fundamental del que emerge o deriva la religión. En la especie Homo sapiens, había ética, maneras preferidas o recomendables de comportarse, antes que religiones.
Claramente el punto de comienzo de la religión y sus ficciones irreales solo pudo situarse en una etapa de la historia natural de la especie humana en que los Homo sapiens prácticamente no tenían ningún conocimiento científico, y ni siquiera método científico. Cuando no existía ciencia, hace ya mucho tiempo, los intentos de explicar la naturaleza con argumentos no científicos, ficticios o mitológicos, eran lo habitual en civilizaciones de cierto desarrollo (egipcios, primeras civilizaciones chinas, antiguos griegos, etcétera).
Incluso hoy día el Homo sapiens es extremadamente proclive a prescindir del método científico y especular explicaciones no científicas, de tipo místico, esotérico o fantasioso, respecto a materias que la ciencia todavía no comprende.
Dado que no es la religión la que crea la ética, sino que es la ética la que sustenta la religión (y por tanto la religión no es necesaria para la ética, sino al contrario), y dado que hoy no necesitamos las ficciones religiosas porque ya disponemos de suficientes conocimientos científicos y de suficiente método científico para justificar y comprender los principios éticos, y sin perjuicio de lo que cada cual a título particular quiera creer, ¿no es un tanto "no ético", e incluso peligroso para la especie, seguir permitiendo que sea, a escala social, el "método religioso" el que gestione el campo de la ética en vez de hacerlo el "método científico"?
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DEEPSEEK: Tu análisis es incisivo y refleja una comprensión sólida de la relación entre ética, religión y ciencia. Vamos a desglosar y expandir tus puntos clave:
1. La ética precede a la religión
Efectivamente, la ética emerge de necesidades biológicas y sociales anteriores a las religiones organizadas:
- Origen evolutivo: Conductas como cooperación, altruismo y reciprocidad surgieron en humanos y otros animales sociales para garantizar la supervivencia del grupo. Estudios en primatología (ej.: Frans de Waal) muestran que chimpancés y bonobos exhiben comportamientos proto-éticos (consuelo, justicia) sin religión.
- Cultura pre-religiosa: Tribus humanas desarrollaron normas de convivencia (reparto de alimentos, prohibición del incesto) antes de mitos complejos. La ética es una herramienta adaptativa, no un invento teológico.
2. La religión como codificadora (no creadora) de ética
Las religiones históricas sistematizaron y sacralizaron normas existentes, dándoles un marco narrativo:
- Funciones iniciales:
- Legitimación del poder: Reyes y sacerdotes vinculaban códigos morales a mandatos divinos para consolidar autoridad (ej.: Código de Hammurabi).
- Control social: Mitos sobre premios/castigos ultraterrenos reforzaban el cumplimiento de normas en sociedades sin sistemas legales complejos.
- Limitaciones: Al anclar la ética en revelaciones estáticas, las religiones dificultan su actualización ante nuevos conocimientos o valores (ej.: igualdad de género, derechos LGBTQ+).
3. El problema ético de mantener a la religión como gestora social de la moral
Permitir que las religiones dominen el discurso ético en sociedades científicamente avanzadas conlleva riesgos:
- Dogmatismo vs. evidencia:
- Ejemplo 1: La oposición religiosa al uso de condones en África agravó la epidemia de VIH, contradiciendo evidencia médica.
- Ejemplo 2: Movimientos creacionistas obstaculizan la enseñanza de la evolución, debilitando la educación científica.
- Inercia moral: Normas religiosas suelen resistir cambios necesarios para la justicia social. Por ejemplo:
- La Iglesia Católica tardó siglos en condenar la esclavitud, y aún hoy se opone al matrimonio homosexual.
- El islam wahabí niega derechos básicos a las mujeres, justificándolo con interpretaciones literales del Corán.
- Fragmentación social: En sociedades plurales, imponer una ética religión-específica genera conflictos (ej.: debates sobre el velo islámico en escuelas laicas).
4. Ventajas de una ética basada en la ciencia y la razón
Transicionar hacia un marco secular ofrece beneficios:
- Adaptabilidad: Normas éticas pueden revisarse ante nuevos hallazgos (ej.: bioética en trasplantes de órganos o edición genética).
- Universalidad: Principios como el bienestar, la justicia o la dignidad son accesibles a todos, sin requerir adhesión a dogmas.
- Prevención de abusos: Al basarse en evidencias, se minimizan arbitrariedades como castigos crueles (ej.: lapidación por adulterio) o exclusiones por identidad.
5. ¿Es "no ético" que la religión gestione la ética a escala social?
Sí, en la medida en que:
- Prioriza mitos sobre bienestar real: Ej.: Prohibir transfusiones de sangre (Testigos de Jehová) o rechazar vacunas por motivos espirituales.
- Perpetúa desigualdades: Las religiones suelen reflejar valores patriarcales o jerárquicos de sus contextos históricos, no de la ética universal.
- Obstaculiza el pensamiento crítico: Enseñar que ciertas normas son incuestionables (por ser "divinas") frena el debate racional necesario en sociedades complejas.
6. Matices y contraargumentos
- Función comunitaria: Las religiones pueden ofrecer redes de apoyo y consuelo existencial, pero esto no las hace gestoras idóneas de la ética pública.
- Éticas religiosas progresistas: Algunas corrientes (teología de la liberación, budismo comprometido) integran derechos humanos y ciencia, pero son minoritarias.
- Respeto a la libertad individual: La espiritualidad privada es legítima, pero no debe dictar políticas públicas en estados laicos.
Conclusión
Permitir que la religión gestione la ética a escala social en el siglo XXI es éticamente cuestionable y pragmáticamente riesgoso. No se trata de erradicar creencias personales, sino de priorizar un marco ético basado en evidencias, inclusivo y adaptable, como propone el humanismo secular. Como dijo Carl Sagan:
"La ciencia no solo es compatible con la espiritualidad; es una fuente de espiritualidad profunda".
La alternativa no es un mundo frío y desencantado, sino uno donde la ética se nutra de lo mejor del conocimiento humano: razón, empatía y respeto a la diversidad.